Y sin embargo... aprenden
´Eppur si muoveªGalileo Galilei A pesar de reconocer que se pudo errar al no socializar una reforma educativa de fondo, aceptando, como se ha señalado, que se trabajó tan rápidamente que a muchos les tomó por sorpresa. Es importante acotar sin embargo, que no hubo improvisación alguna; en octubre del 2008 se creó el grupo interdisciplinario de Desarrollo Curricular para trabajar la Propuesta III del Plan Decenal de Educación, ampliamente consensuada entre los años 2005-2008, de alcanzar un currículo actualizado y aplicado por los docentes en el aula. En agosto de 2009, casi un año después, se le presentó al Presidente de la República y al país el modelo que desde el Ministerio de Educación estábamos construyendo e impulsando como una verdadera revolución educativa, al inaugurar el año escolar en Pastor Abajo, Santiago; y en julio de 2010 se presentó al Consejo Nacional de Educación el Modelo Pedagógico Centrado en los Aprendizajes con Convergencia de Medios, MP-CACM, previo a la puesta en vigencia de los textos integrados para su validación en agosto del mismo año. No obstante repetir por todo el país que los textos integrados constituían una guía pedagógica para los docentes y al mismo tiempo una creativa guía de aprendizaje para los alumnos; que estos textos, cual andamio, en sus propias páginas invitan a utilizar todos los medios y materiales disponibles en nuestras escuelas, bibliotecas, textos oficiales, el documento de currículo Inicial y Básica, carteles, periódicos, videos, entre otros, se insiste en que estos textos integrados adolecen de lagunas. El dictamen de los “entendidos” y personas que se creen estar generalmente bien informados, pero que no se han leído ni la propuesta del modelo pedagógico ni los textos integrados, ni conocen los interactivos y el material multimedial que lo completa, con una ligereza increíble, han satanizado la propuesta de reforma, al punto que se raya en la blasfemia, de que hay que alejar a nuestros niños y niñas de ese engendro del mal que le enajena y embrutece. A pesar de no tomar en cuenta el esfuerzo y los resultados de más de dos años de trabajo en su globalidad y solo atenerse a una evaluación textual de gabinete, los especialistas, que ilegal y unilateralmente se negaron a escuchar a los técnicos y pedagogos responsables de la formulación e implementación de la estrategia y sus herramientas, han rechazado y cualquierizado uno de los más serios intentos de brindarle a nuestros estudiantes y profesores la oportunidad de revertir los frustrantes resultados educativos de los últimos 40 años y cuyos responsables, felizmente, comienzan a evidenciarse. Aunque que se dijo y aclaró que los textos integrados no constituían un texto único, sino una propuesta de recorrido necesario para llegar a la concreción del currículo vigente, y actualizarlo en el aula de clases, a partir de unos indicadores de logros, validados y reconocidos, como desempeños básicos esperados en nuestros alumnos de Inicial y Primer Ciclo de Básica, por maestros, directores, técnicos docentes, representantes de la sociedad civil y universidades, y de lo cual existen evidencias, se insiste en desterrarlo atribuyéndole la carencia de unos contenidos básicos y otros no tan básicos... No obstante el fracaso escolar dominicano, comprobado por estudios nacionales e internacionales, se pretende envolver en una burbuja mediática, con manipulaciones y componendas, una sana iniciativa que apuesta a desentrañar y darle solución a las causas eficientes que determinan que los estudiantes dominicanos, aun siendo inteligentes, carguen con la vergüenza de ser los de peor desempeño en la región y el mundo, y a todo esto sin alternativas viables y creíbles, mientras el tiempo corre y otros les ganan la carrera al futuro a los nuestros. De lo que se trata pues, no es del alto objetivo de que los niños aprendan, ese no es el problema, el problema es de los adultos, envueltos en la telaraña de sus intereses y sus propias incompetencias; el problema persiste en nuestras escuelas y los cazadores de hoy serán mañana los cazados por el juicio inexorable del tiempo. La experiencia de maestros y maestras, en muchas de nuestras escuelas y a pesar de la despiadada campaña adversa a solo dos meses de poner en vigencia para validación los textos integrados, como son los casos de las escuelas: John F. Kennedy y Judea Nueva, en Montecristi; la José Antonio Salcedo, de Restauración de Dajabón; la Escuela Multigrado de la sección Los Indios en Partido, Dajabón; el trabajo con los Textos Integrados en las escuelas Fausto Pimentel, Flor del Campo, Venezuela y Eugenio Dechamps, entre otras de Santiago; la Bartolomé Olegario Pérez y el Buen Pastor, Azua; Escuela Parroquial María Auxiliadora, en Barahona y Escuela Las Merceditas, Pedernales; la Madame Germaine, en el Distrito Nacional; la Celina Pelier y la San Vicente de Paul, del Santo Domingo Oriental, entre otras, nos muestra la realidad tozuda e irrebatible de que, no obstante el dictamen de los “especialistas” ñque nos recuerda aquella sentencia del Tribunal de la Inquisición que obligaba a aceptar que “la tierra era inamovible y el sol giraba alrededor de ellañ, nos lleva a confesarÖ” Y sin embargo, con los Textos Integrados, los niños y las niñas aprenden.

