EN LA RUTA
José Tomás tiene razón
El precandidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), José Tomás Pérez, dijo que el ganador de la contienda oficialista no será necesariamente quien más recursos invierta, sino el que mejor conecte con las bases de la organización. La reflexión del ex senador del Distrito Nacional (2002-2006) se hace lógica ya que al competir con un padrón electoral cerrado, en las elecciones del partido morado solo votarán los miembros del PLD. Una militancia a la que hay que enamorar de manera individual y donde cuenta mucho el componente del trato, desempeño, accesibilidad, solidaridad y cercanía que se haya tenido históricamente con la grey. En no pocas ocasiones muchos proyectos se desubican en el enfoque y olvidando que la realidad inmediata es la de un intramuros y no la de una campaña abierta, gastan cientos de millones de pesos cual si se tratase de un certamen nacional, lo que si bien tiene un poderoso impacto mediático, la realidad es que la gran mayoría de esa gente no sufragará en el proceso. En política proselitista, la desproporción grosera en el uso de los recursos económicos, puede emitir peligrosas señales de compromisos, aspaviento y desesperación muy contraproducentesÖ ejemplos hay muchos y cercanos. Pautadas para el 26 de junio y con 6 opciones, las del PLD son primarias que contemplan la segunda vuelta en caso de que nadie obtenga más del cincuenta por ciento de los votos, y como se están presentando las cosas, todo parece indicar que habrá dos rondas. Con sus juicios, José Tomás, quien aparece segundo en las encuestas, no expresa nada que no conozca. Su condición de pasado secretario general del PLD, tanto en el gobierno como en la oposición, así como la de ex director del Instituto de Aviación Civil, le permite saber que a la hora de la verdad, los militantes saben quién es quién. Que reconocen al dirigente que sólo los busca en tiempos de zafra así como a aquel que sin importar, cargos ni posiciones, siempre está a su lado en las buenas y en las malas.

