¿No votaste?

Te felicito. A ti y a todos los que no fueron a las urnas, porque hoy deben sentirse orgullosos de que su voto no sirviera para alimentar un torneo de imperfecciones, comenzando por la reproducible cédula personal y electoral, según lo demostraron hasta funcionarios municipales, atrapados, portando tres cédulas con diferentes identidades. La OEA dice que un 60% no votó; y la JCE que 43%. Tomemos un punto medio de 50% para concluir en algo que debe preocupar al decadente “sistema de partidos” que se reparte el control de la nación: la mitad de la ciudadanía le dio la espalda a esta mascarada, donde el gran señor se llamó “Dinero” (miles de millones), donde las ofertas no convencían al otrora entusiasta visitante de las filas electorales, porque se dio cuenta que la estratagema para alcanzar triunfos se costeó quitándole fondos a los servicios que debería estar disfrutando gracias a los enormes impuestos que paga. Hoy, el partido mayoritario se llama “Ninguno” y es tiempo que se comprenda el poder durmiente que alberga, a la espera de las alternativas que nos rescaten de este barranco socioeconómico por donde se despeña la nación dominicana. Veinticinco mil millones de déficit cuasi-fiscal, entre enero y abril, constituye la más contundente de las razones para que el ciudadano consciente que hoy padece carencias, haya decidido castigar al “sistema” y a un tribunal electoral donde, salvo pocas excepciones, no hay jueces sino representantes de partidos políticos, y la mejor prueba fue ese recoger ñpor mayoría, no por consensoñ, la decisión de recontar los votos de Pedernales. Me pregunto si dentro de dos años se votará con la misma cédula y cuáles serán los candidatos que “encenderán” el entusiasmo del 50% que celebra en silencio, el no haberse prestado a tal mascarada. ¿Alguien cree que sin el voto conservador y el indiferente puede ganar la Presidencia, a menos que controle el chanchullo?