SONDEO
La doña y el tren
Si algo está claro con respecto a la Primera Dama de la República, doctora Margarita Cedeño de Fernández, es que ella fi gura desde hace un tiempo “en el globo” de los presidenciales del sector ofi cial. Sobre lo que sucedería fi nalmente con ella, en función de encabezar la boleta o ir como contraparte de la fórmula electoral del PLD en los comicios del 2012, es casi seguro que ni ella y ni su esposo, el jefe de Estado y líder de los morados, lo tengan claro o puedan saberlo desde ahora. Sea que la afable dama “vaya” o que por decisión superior “la lleven”, que para el caso es lo mismo. Otra cosa también muy clara es que tal posibilidad va a depender exclusivamente de las circunstancias y de las coyunturas favorables que de aquí en adelante puedan identifi carse en el camino. Claro que en el caso de doña Margarita está puesta la zapata o se cuenta con lo principal, al margen de ser la esposa del Presidente y lo signifi cativo de un eventual respaldo de éste, porque cuenta con talento y con luz propia. Vale decir, la Primera Dama, que ha hecho todo un trabajo en el espectro más amplio del área social, tiene la preparación y el perfi l. Cabe recordar que la doctora Cedeño tiene también a su favor un posicionamiento envidiable en orden de las preferencias. ¿Acaso se ha olvidado la encuesta aquella que la situaba en un primer lugar en las preferencias del sector ofi cial, incluso –y para sorpresa y preocupación de algunos– por encima de Danilo Medina? Algunos han pensado que, por si no le fuera posible ir él en el 12, el Presidente pudiera tener su “plan B” con doña Margarita, pero de eso no hay elemento cierto. Lo que sí se cae de la mata es que, aún cuando Leonel cambiara la estrategia y como parte de una invitación a asumir un bajo perfi l, no la invitó a la reunión con los “presidenciables” en Palacio a raíz de la encuesta de referencia, para algo o para algún fi n político era la proyección del trabajo y de la imagen personal de la Primera Dama. Y la verdad es que, al día de hoy –y tal como ocurrió con su esposo–, si el “tren de la historia” pasa por su lado y la circunstancia le hacen seña, doña Margarita estaría preparada. Dato: lo que de “con ella, seguimos con él”, de la genialidad creativa de José Cabrera, dice mucho. ¡Volvemos!