Los tentáculos del narcotráfico

El narcotráfico tiende sus tentáculos sobre la nación dominicana a través de la delincuencia para sumirnos en un estado angustiante, en el que la juventud encuentra cadenas y rejas que limitan sus vidas o encuentran la muerte. Lástima que tantos jóvenes encaminados con posibilidades de lograr objetivos factibles a través de propósitos enaltecedores en sus vidas, caigan en las redes de los traficantes de drogas, por la desesperación que produce la ambición; personas que no se conforman con su estatus, eso está muy bien; sin embargo, no quieren tomarse el trabajo de luchar para ascender escalón por escalón, con una dosis alta de decencia, y en el que el esfuerzo personal sea el motor que los ayude a llegar donde quieran llegar. Para eso están la voluntad y la juventud. Ese empuje innato que posee el ser humano para la evolución de su vida debe ser aprovechado para la prosperidad no sólo de jóvenes anhelantes de un mejor destino, sino también para la evolución de este país. Pero no, prefieren el camino fácil, sin molestias, posesionados de una ceguera atroz que no permite ver la realidad de la vida. “No todo lo que brilla es oro”. ¿No saben que no existe crimen sin descubrir? ¿Que de nada vale subir de golpe, ganar millones, automóviles de lujo, cuentas bancarias fuera del país, si todo lo mal habido se cae como pesadilla terrible en noche negra, porque las malas acciones nunca quedan impunes? Lástima que esa juventud con un potencial inmenso prefiera delinquir a tomarse el trabajo de luchar para alcanzar sus sueños; ignora que los sueños cuestan caros, nada baja del cielo; hay que luchar para todo, hasta para nacer y morir: alguien luchó para que nacieras, y alguien posiblemente te acompañará en tu muerte para el descanso final. ¡Abran los ojos juventudes, todo quien delinque sin excepción, termina en la cárcel dañando su reputación y su vida, o encuentra su muerte! La venezolana Ana Celis llegó a Santo Domingo por primera vez trayendo nueve kilos de heroína, ahora llora su desgracia en la cárcel de Najayo por haber caído de “mula” del narcotráfico. Otra joven mujer de 23 años, Madelin Boom, se aventuró a llevar entre las piernas adherida a su parte privada un kilo de heroína fraccionada. Esta joven fue desnudada por nuestras autoridades hasta ser descubierta. Ella, desesperada, porque 10,000 dólares compraron su libertad y le cambiaron la vida, ahora no podrá cuidar a su niña de cuatro años que necesita de su madre. Esa dominicana nunca delinquió, la ignorancia la llevó a la cárcel de Najayo a cumplir una larga condena, con la vergüenza para su familia y para ella misma, por haber caído en lo peor que se pueda caer, el tráfico de drogas. Berkis Lozano es otra dominicana que cayó como de ilusa pensando que todo le saldría bien. Trató de sacar, desde Puerto Plata a Estados Unidos, un kilo de cocaína distribuido en paquetitos dentro de su ropa interior con la promesa de recibir 15,000 dólares en pasajes para New York y Europa. La joven tiene cuatro hijos que ahora quedan en peores condiciones que cuando su madre no había delinquido. Estas tres jóvenes muestran la falta de valores, no sólo en nuestro país, porque la necesidad y la ambición forman una mutual terrible que está activamente presente en el mundo actual. Las nuevas instituciones congresionales deben legislar subiendo el presupuesto de Educación, con leyes para la inclusión de la enseñanza de urgentes valores, para que esta nación pueda emerger a la decencia, sin las lacras sociales que avergüenzan a República Dominicana.