Letra por Letra
La satisfacción del deber cumplido debe ser un orgullo para cualquier persona que luego de hacer su trabajo tenga la oportunidad de ver los resultados positivos que han surgido luego de culminar la tarea encomendada. Cada profesional en su área tiene encomiendas específicas y directas que debe cumplir, pero en muchas ocasiones realiza tareas fuera de las encomendadas que dependen de la entrega, la imaginación e inteligencia que tenga para desempeñar su papel. Los periodistas van a la calle en busca de la noticia, casi siempre con tareas específicas pero, dependiendo de su ingenio y habilidad, llegan a la redacción con historias que en muchas ocasiones resultan más interesantes que las asignadas. El 16 de enero pasado, dos días después del terremoto en Haití, salí de la redacción de LISTÍN DIARIO con la encomienda de hacer una historia sobre las personas heridas que eran llevadas a un albergue especial luego de ser atendidas en el Hospital Traumatológico Doctor Darío Contreras. En la parte exterior del centro se notaba el nerviosismo y la desesperación de ciudadanos haitianos que acudían en busca de sus familiares. Esto me pareció que era la noticia, pero una vez que entramos al interior y comenzamos a recorrer las diferentes áreas, nos dimos cuenta de que había algo impactante; pues, descubrimos que en una esquina de la sala infantil había una señora con rasgos dominicanos amamantando a un bebé haitiano con severos traumas en la cabeza. Esa era Sonia Marmolejos, quien no sólo amamantaba a ese bebé, sino a otros niños haitianos que llegaron graves al Darío Contreras, pero que gracias a las atenciones de los médicos y a ella se fueron recuperando hasta llegar a la normalidad. Ahí descubrí la noticia más impactante de ese día, y la misma fue transmitida al mundo por primera vez a través de las páginas de Listín Diario. No sólo nos llevamos el reconocimiento de ser los primeros en dar la información, sino en ser los primeros en decirle al mundo que los dominicanos tenemos un gran sentido de humanidad y solidaridad, y que Sonia Marmolejos es una muestra palpable de esa cualidad que poseemos. Ese amor inmenso puesto de manifiesto por esta mujer sin esperar recompensa le ha merecido el reconocimiento en la Cumbre Mundial sobre el Futuro de Haití que concluyó el miércoles, la del presidente Leonel Fernández el pasado 27 de febrero en el Congreso Nacional y la de todos los dominicanos. Esa es la verdadera satisfacción del deber cumplido que nos hace sentir orgulloso de nuestro trabajo.