ORLANDO DICE
Los peledeístas se preparan para y las elecciones nacionales 2012
Las nacionalesLos peledeístas están preparándose para las nacionales del 2012 sin que todavía el partido se haya dado cuenta de esos movimientos. La dirección del PLD tiene esa virtud de mirar hacia otro lado cuando no le conviene enfrentar acciones o tomar decisiones que alteren su orden interno. Hacia fuera revela tanta armonía que ni en el Paraíso, pero adentro se respira tanto calor que ni en el infierno. Sin embargo, se cuidan de no convertirse en otro PRD, y aunque es difícil, se aguantan las ganas. ¿Qué hacen los grupos por el momento? Leen y analizan los resultados de las pasadas elecciones, y es interesante observar como los mismos hechos llevan a conclusiones diferentes, y hasta contradictorias. Celebran los 31 senadores, pero les preocupa que el partido no saliera mejor librado. El PLD no es dueño de su destino, permanentemente cae en deudas, y está obligado a abonar, que nunca pagar. Los aliados son una gabela, pero también una carga, y a veces peor, una rémora. Para los peledeístas con sentido práctico el PRD es una bestia herida, pero con suficiente vitalidad... El cálculoLas diferencias pueden ser de matices, pero no en los resultados. Los perredeístas dejan que otros toquen sus tambores y se dedican a la guerra entre ellos mismos, como si fuera su actividad principal. Como estuvo sucediendo durante la campaña de manera callada y ahora con ruido excesivo. La Cámara Administrativa hizo el pasado sábado un ejercicio que el PRD debiera agradecerle infinitamente, puesto que mostró que su desempeño en las elecciones no fue tan pobre, como torpemente asume. La contabilidad de la Junta Central Electoral era para animarse, y no para deprimirse, o empezar a dar golpes a ciegas, como al borracho que se le acabó el dinero y el colmadero no quiere fiarle. Excepto los senadores, en los demás niveles de las boletas fue exitoso. Con ese aval no tiene porqué denunciar a los de afuera o dejarse empujar por los de adentro, y bien pudo convocar los organismos y debatir de igual a igual lo sucedido. El PRD lo que necesita es un buen desahogo, que entre compañeros puedan decirse unas cuantas malas palabras. Por experiencia se sabe que no puede cerrarse una presa en época de tormenta... La reelecciónLos peledeístas son menos inclinados a dejarse llevar por los de afuera, que los provocan y crean escenarios de posibles contiendas. Por ejemplo, hay todo un afán por arrastrarlos a discutir la probable reelección del presidente Leonel Fernández. Excepto los desa- fueros de José Tomás Pérez y Franklyn Almeyda, quienes la validaron sin pensarlo dos veces, los demás dirigentes se tragan la lengua cuando les tocan el tema y no dicen ni ji. Es lo correcto. ¿Por qué hay que colocar la carreta delante de los caballos? Adivinan la intención y se salen del salón para no tener que bailar música ajena. Además, los muy enterados hablan de dos cosas, que pueden ser ocasionales, pero que aclaran situaciones. En las próximas encuestas no se incluirá el nombre del presidente Fernández, como tampoco de su esposa Margarita Cedeño. La idea es evitar las consabidas distorsiones. ¿Por qué cantar números que no están en el cartón y que no harán bingo? Los oportunistas no duermen, y ya levantan esa bandera como forma de flotar ellos mismos... AdentroLos movimientos que puedan formarse afuera no incumben al partido, aun cuando sean impulsados por funcionarios que se niegan a dar la cara. “Te conozco bacalaoÖ”. Problema sería lo que se suscite en el partido, o en el gobierno. La experiencia anterior no tiene que ser la de ahora. Por ejemplo, debiera explicarse mejor lo del recibimiento al Presidente, pues se corrigió en el camino. Primero se pensó en algo grande, y después se redujo la dimensión. ¿Por qué una cosa, por qué la otra? Las dos respuestas serían significativas, y dejarían claro si además de arroz, hay concón...