“¡Traidores!”, dije; ¡atrás la simulación!

“El hombre de las mil caras” cree que todos somos ‘chantajeables’. Pero se olvida que existen los blindados. “Por sus hechos los conoceréis”, dice El Libro. Me mandó a decir con el Dr. Domingo Jiménez para el 2008, que el PLD me pagaba para que lo difamara. Parece se miró en “El retrato de Dorian Grey”, del pimpollo Oscar Wilde, o en “El rostro mío”, la vieja balada popularizada por Raúl Marrero, pues poseo las pruebas del veneno vertido contra Bosch desde las páginas del matutino de Los Prados, ¡pero el calumniador soy yo, el insidioso, yo! ¡Porque conocí su juego desde que hablé con él la primera vez! “¡La poesía no vende, escribe libros!”, dijo (los libros tampoco vendían, a no ser por ‘encargo’). Balaguer lo hizo jefe de Corde, de Inazúcar y miembro de la Junta Monetaria –servicios prestados a un ex amigo del entorno del Patriarca–, pero no lo honró con el rango de Secretario de Estado. Leonel sí: lo nombró Secretario de Información, Publicidad y Prensa de la Presidencia en 1996 (sin duda, no porque era el mejor, sino porque es una fiera moviendo hilos), y le pagó con ingratitud, pues hoy escribe un artículo diario contra Leonel, no contra su gobierno, como dice. Le falta grandeza, la agudeza y la generosidad de un Marcio Veloz Maggiolo, que dijo “todo” sobre el Presidente, su liderazgo y su gobierno, sin ser peledeísta. (Si el PLD fuera el de antes, mandaría a imprimir lo de Don Marcio para estudio obligatorio de sus miembros). Quemé mi juventud en la carta de la fe, como dice Alejo Carpentier, defendiendo la figura prístina de Don Juan y 10 años de ejecutorias de gobiernos de Leonel, a quien él trata de embarrar en un libro escrito a la carrera –“Tocando fondo”, 2006– donde no culpa a los que ya antes del año: 13 de agosto 2001 (Ley 128), cogieron U$500 millones de Bonos Soberanos, sino a Ramoncito y a Leonel, pues según su enjundia, colocó como Secretario de Estado en Palacio a Vincho Castillo para que ‘torpedee’ el juicio. ¡En el libro no podía faltar la filípica de Pinocho Dauhajre leída por Malkún el 13 de mayo-2003! ¡Con razón tiene los bonos altos con sus cofrades del BC! Ahora tergiversa, y trata de echarme a las fauces de discípulos fatulos de don Juan que son funcionarios de composturas. Él, que se manda cartas a sí mismo, cree que temo a funcionarios que lo tratan con ‘afectos’($). ¡Pues sí, son buitres!, cuando no traidores a su Presidente porque faltan a su lealtad al darle ‘afecto’ a él y no por 'amor' a quien rubricó sus decretos y se lanzó a las calles para que los eligiesen o reeligiesen, sino porque quizás sus barbas estén en remojo y no vayan a ser víctimas de un reconocido “vendutero de secretos”. Él falto de dignidad con miedo, que se busque un perro prieto: esos funcionarios no tienen moral para cuestionar al PRD ni reclamarse distintos, si por su accionar son “iguales”: teatreros de la política que no honran el juramento que con alevosa mano derecha en alto y sonrisa fingida –a la hora del decreto–, traicionan hoy al mandatario cediendo publicidad del “Corredor Duarte” y ‘afectos’ a quienes lo odian por envidia, maldad o impotencia, como es el caso del “Mil caras”, que sí perdonaba nimiedades a ex gobernantes que hoy las hiperboliza para culpar al Inquilino. Respeto a sí mismoNi se respeta, ni respeta los supuestos ‘afectos’, porque escribió hace días que dichos funcionarios no podrán irse a sus viejas casonas, a lo Bachellet, de Chile; aviesa imputación de corrupción. ¡Vayan ‘afectos’! El malo, con ácidas críticas que él envía a consocios, este escribano: leal a causas, principios y personas, sin un rosario de 95% de anteriores Mecenas hoy ex amigos. ¡Buenos son los insidiosos y los Pasquino! Estoy curado de las traiciones de los infames llenos de ‘afectos’ a MEG, que tampoco son sus ‘amigos’, porque en verdad no tiene ¡él ninguno! “¡Renuncio!”, le llama J. I. Cuello. Como el Tío Samuel y a los sionistas, que tanto adora, no tiene amigos, sino socios. De ahí la desolación de su alma. Con alevosía y sinuosidad, quiere echarme una jauría de funcionarios buitres, traidores a Bosch y a Leonel, repito, pero ignora que no todos somos de arcilla, sino que algunos tenemos temple especial. “¡Candela pura!”, dice el escritor Juan Freddy Armando, con risa estruendosa, tono grave y gesticulación italiana, aunque es moreno criollo. ¡Ay, la serpiente!Y si no son traidores (funcionarios, digo), ¿por qué no se atreven a hacer una disección como la de Marcio, gratis, nacida sólo de su visión-convicción de que ese Leonel –tal cual lo vio Bosch, Vincho y los que le seguimos sin intención de hacernos ricos–, no sólo guía la revolución institucional democrática, sino que es garantía del desarrollo, el Estado Social de Derecho, el pago de la deuda social, la grandeza de la Patria y de la cultura criolla? Que ha fungido como el mejor garante de la inserción sin traumas de RD en el conflictivo e interdependiente mundo de hoy, yuxtaponiendo los pensamientos de Bosch y Peña y dejando a la oposición desarmada. ¿Acaso él y los funcionarios de sus ‘afectos’, dijeron eso alguna vez? No, ¡él dice todo lo contrario y ellos pagan a difamadores de oficio, panfleteros, bocinas que han hecho de sus vidas una sentina! ¿Y cómo no le van a tener afecto, si "los pájaros del mismo plumaje vuelan juntos"? Cuando la serpiente muerda –¡siempre lo hace!– maldecirán, como hacen otros, al crótalo que empollaron. Los príncipes como Leonel se 'confunden' adrede: se sientan en mecedoras a ver pasar el cadáver de su adversario para la reverencia. Usted, “periodista-escritor-historiador-investigador”, es un preso de las mutaciones. ¿Falta algo? ¡Ah, el Internet y la TV –él pide la profililaxis–: ¡es a 15 round! www.aristofanesurbaez.com