ORLANDO DICE...
Las reacciones de Aguilera y Guido Gómez
Apreciado OrlandoAl saludarte con el mismo cariño de siempre, te comento que estoy en Colombia desde el pasado 14 de mayo, asistiendo a los funerales y misas de mi suegra, y para más colmo, me enfermé de gripe y fiebre desde el pasado lunes. Con relación a lo que dices en el artículo de hoy de que el PRD había informado la posibilidad de ganar en 15 senadurías: “con los datos del Centro Económico del Cibao”, quiero aclararte lo siguiente. Primero: al PRD, al igual que al PLD, les trabajamos varias firmas encuestadoras nacionales y extrangeras. Segundo: en el paquete que le trabajamos en marzo al PRD había provincias de todo el país: norte, sur, este y la capital, sin embargo, en el paquete de abril, sólo le trabajamos 8 provincias. Entonces, no se podía ganar en 15 provincias “con los datos del Centro Económico del Cibao” cuando sólo trabajamos en 8 provincias al PRD. Tercero: la alusión que hizo el vocero del PRD a los datos del Centro Económico del Cibao, se refería a lugares específicos y no al país. Pero, y para que no se suscitaran confusiones, en Diario Libre del día siguiente, hice la aclaración de que en los casos específicos mencionados como la capital y Duarte, esos datos se correspondían con el mes de marzo y que nuestros datos más recientes diferían con los ofrecidos en esa rueda de prensa. Cuarto: a nuestros clientes, siempre les señalamos que no deben de publicar datos del Centro Económico del Cibao después de 15 días de entregados porque los datos se ponen viejos. Sobre todo, en la recta final de la campaña donde la intención del voto es muy volátil. Las provincias que trabajamos para algunos candidatos del PLD y la alianza, tales como: La Vega, Montecristi, Espaillat, Monseñor Nouel, Puerto Plata, Sánchez Ramírez, Santiago, entre otras, siempre encabezaron la intención del voto holgadamente, es decir, nunca hubo dudas del triunfo en esas provincias. Saludos, Leonaldo Aguilera Estimado amigo:Mi primera conversación con Leonel Fernández se desarrolló en el apartamento de Bienvenido Pérez en la ciudad de New York. Transcurría el año 1990 y el hoy presidente de la República se desempeñaba como jefe de prensa del PLD. Con posterioridad a ese primer encuentro, se me designó como responsable del desaparecido periódico LISTÍN USA, y en compañía de Pelegrín Castillo llegó un día a mis oficinas en la ciudad de los rascacielos en los ajetreos propios de la campaña. El candidato presidencial era Juan Bosch. Comenzamos a intercambiar sobre relaciones internacionales, NBA y literatura en casa del entrañable amigo, desaparecido a destiempo, Sócrates Tejada. Debo confesar que el tema de la política nacional era tocado de forma tangencial y nunca ocupó el centro de nuestras conversaciones. Volví a encontrarme con Leonel Fernández en mayo del año 2000. Hipólito Mejía había ganado las elecciones y tenía la información de mis buenas relaciones y junto al general Soto Jiménez le visitamos en el Palacio Nacional. Nuestro buen amigo, Adriano Miguel Tejada, era el jefe de prensa, y como de costumbre, nos recibió con la cortesía y decencia propia del hoy director de Diario Libre, en la sede presidencial. En el despacho, mi “debate” con el presidente giró sobre la NBA. Nuestra única coincidencia es con el equipo Los Angeles Lakers. En noviembre pasado visitaba a Madrid y en el lobby del hotel Miguel Ángel intercambiamos saludos. Yo visitaba la madre patria y el presidente retornaba de Portugal. El saludo protocolar y dos recomendaciones literarias. No hablamos del equipo Los Ángeles Lakers. Me vio con un libro en la mano y se interesó por el texto, titulado, Jaque Mate a las Farc. Argumenté que el autor, José Manuel Santos, sería el candidato de Uribe si el actual mandatario no podía presentarse a la presidencia en Colombia. De regreso al país envié el libro por vía de Carlos Dore Cabral. Cuando el presidente Fernández y yo conversamos en Madrid me recomendó la última novela de Junot Díaz y le señalé que conocía el texto y me recordó qué fascinante era leerlo en inglés porque los giros idiomáticos del spanglish resultaban muy simpáticos. Tanto él como yo estamos muy penetrados por lo que en la cultura urbana del alto Manhattan se llama slam. Espero que me llegue la versión original. Creo que mantienes un flujo de comunicación constante con esos litorales y podrías hacerle llegar el mensaje sobre el libro. Orlando Sánchez Díaz me trajo el mensaje: estaba invitado junto a mi familia por el gobierno a la inauguración del puente Guido Gil. Lamenté no asistir y reconozco mi falla. La razón era muy elemental: si aparecía en un acto de esa naturaleza, mis adversarios internos le darían riendas sueltas a todas esas especulaciones aviesas propias del lodazal político nuestro. Llevo el nombre de Guido en honor a ese ilustre periodista y escritor y agradezco la invitación. Ese ha sido mi “encuentro” con el presidente Fernández. Te garantizo que cuando vuelva a encontrarme con el Presidente te lo voy a “informar” porque la parte que siempre nos caracteriza es un trato afable y el reconocimiento de que, podemos ser contrarios, sin llegar a los excesos. Lamento, no poder hacer lo mismo con el presidente de mi organización debido a que no tiene fascinación por los libros ni la política internacional. Por eso, la eterna nostalgia por José Francisco Peña Gómez: con el líder se podía hablar de temas profundos. El afecto de siempre,Guido Gómez Mazara