PANCARTA
Castígalos a los tres: PLD, PRD y PRSC
Conforme a nuestra participación partidista en las elecciones hace unos años, se marcó siempre larga distancia con los tres partidos responsables de la degeneración moral que ha malogrado el sistema político en el país. El PLD, el PRD y el PRSC son protagonistas y cómplices de la regresión en lo social, lo cultural y lo político, contaminando la sociedad al nivel de la perversión en importantes estamentos y en el ejercicio de derechos esenciales como el sufragio. Por eso, el poder político, como expresión de la confabulación PLD - PRD - PRSC, se ha petrificado y compactado en algo comparable al “rockash” o la basura, retrojos y desperdicios endurecidos. Hablar de lodos cloacales es comparable a la degeneración que en el presente histórico caracteriza comportamientos recurrentes de las cúpulas politiqueras de los tres partidos dominantes. Es una gran mentira de la JCE proclamar que el proceso electoral que culmina ha sido el más pacífico. Miden la violencia solo por el número de muertos o los galones de sangre derramada. La JCE es sorda, ciega y muda ante la violencia de los recursos estatales, del narcotráfico o de otras fuentes contaminadas, que desnaturalizan el carácter democrático, incluso a lo interno de los propios partidos avasallantes. El aspirante que no invierta millones de pesos no logra ser nominado, debiendo multiplicar la inversión desde que alcanza figurar como candidato confirmado, si no es “siquitrillado” o le pasan el rolo a última hora. Ya a esas alturas la candidatura se ha descompuesto, entrando en la expectativa de la recuperación de lo invertido en la campaña, a corto plazo y a cualquier precio, De ahí que el barrilito, el peaje, el “sabecomoe”, el hombre del maletín y otras figuras de la corrupción se vuelven meta y costumbre en el funcionario electo, incluidos síndicos y regidores, salvo contadas excepciones. Pero del credo no crea ni la mitad. Después de electos en sus respectivas funciones, las instituciones a las que “sirven” siguen parasitarias y sólo sirven para endeudar más el país y para pérfidas resoluciones desde el palacio, los ministerios, las cámaras legislativas y los ayuntamientos. Por eso, toda reflexión sobre la regresión en las últimas décadas a cuenta de los partidos de largas colas, conduce a esta conclusión: ¡Castígalos a los tres: PLD, PRD y PRSC!