ORLANDO DICE
El PRD cava trincheras innecesarias
¿Contra qué?El PRD la tuvo difícil en la actual campaña electoral, pues no pudo afincar con firmeza su arma, ni disparar con seguridad. El objetivo se le estuvo moviendo siempre y constantemente le cambiaba de posición. ¿Contra qué luchaba el partido blanco? ¿contra una percepción, contra las encuestas o contra los recursos del Estado? La verdad es que nunca supo, y esa ignorancia lo llevó a cavar trincheras innecesarias o a tirar a lo loco, y a veces hasta a herirse a sí mismo. Entonces eso era lo primero. Si hubiera tenido en cuenta que su contrario era el PLD, o en el mejor de los casos, el gobierno, su puntería hubiera sido récord, como lo fue en otras ocasiones de congresuales y municipales, y también presidenciales. De partido a partido el PRD ha superado muchas veces al PLD. Desde sus comienzos hasta sus aparentes finales. Sin embargo, el PRD decidió enfrentar una percepción que le fue reforzada periódicamente, sin que se diera cuenta del gancho, o, asumiéndolo, no encontrará medios de zafarse de ese encierro. No es fácil matar una idea cuando ésta prende en la mente de la población… Los recursos El PRD aparentemente ha estado luchando contra unas encuestas, aun cuando no se dedicó a desmontarlas como hizo en las pasadas presidenciales, pues las más conocidas registran una popularidad de los candidatos oficialistas que llevan a creer (hasta a los más incrédulos) que todo está consumado. La respuesta fue quejarse del uso de los recursos del Estado, cuando era claro que las mediciones no podían contabilizar ese efecto, y en caso de que si, de que esa preferencia fuera comprada, había que reaccionar adecuadamente. Por ejemplo, la tarjeta Solidaridad. ¿Con qué autoridad moral podía el PRD descalificarla, si en su pasada campaña presidencial no sólo prometió que subiría su importe, sino que hasta repartió miles con cobro diferido, para cuando fuera poder? Si el gobierno se ocupó de hacer un spot y poner al vicepresidente Rafael Alburquerque a cantar sus virtudes, fue porque determinó su influencia crucial en que el voto de los pobres se mantuviera firme hasta el final. Incluso, en la agenda legislativa del próximo período está instituirla por ley… Los pobresTal vez la comparación no sea afortunada, pero la tarjeta Solidaridad es “el barrilito de los pobres”, y así como los senadores difícilmente renuncien por las buenas a ese privilegio, tampoco el marginado a lo que ya considera un derecho. Por ejemplo, la activación de la tarjeta se hace los días diez, y por razones técnicas tuvo este mes un retraso, ocasionando fastidio entre sus beneficiarios y dando lugar a conjeturas que perjudicaban al PRD. La gente de los barrios pensó (y después dicen que el “mal comío” no piensa) que la habían suspendido por la campaña, y le echó la culpa a las denuncias del partido blanco. Igual ahora que la Junta Central Electoral dispuso prohibir los repartos durante este fin de semana, atendiendo la protesta de la oposición, pero particularmente del PRD. De seguro que el PLD va a manipular el hecho y poner a los interesados en contra del PRD. La JCE posiblemente actuó bien, pero no el PRD al creer que esa medida puede cambiar nada. La ingenuidad –he dicho anteriormente– no reditúa en política… La decisiónSi el PLD o el gobierno aceptan la medida de la Junta Central Electoral, y el organismo prohibió los repartos al final, quiere decir que lo que se dio antes no era ilícito ni ilegal ni creaba las condiciones de ventaja que se denunciaba. Lo cree la JCE, y lo cree el PRD, que muestra su satisfacción ante una acción que ya cumplió su cometido. ¿Van ahora los beneficiarios a echar para atrás su decisión de votar por los candidatos oficialistas? No juegues, Magino. Ahora de seguro que con más fe…