Inspirador discurso de Obama

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Silvio Herasme PeñaSanto Domingo

Con su inspirador discurso del miércoles ante la asamblea conjunta del Congreso de los Estados Unidos, el presidente Barack Obama ha demostrado que sabe poner su oído, siempre alerta, en el corazón de su pueblo, que comprende sus necesidades y se esfuerza en buscarle soluciones. Resulta sencillamente inconcebible que en un país como los Estados Unidos de Norteamérica, que pelea dos guerras en este momento, haya personas que carecen de una cobertura eficiente de salud. Es una gran nación de 300 millones de habitantes, pero que según el presidente norteamericano, hay 47 millones de personas que carecen de todo tipo de cobertura de salud. Es una causa humana para un hombre joven, inteligente y decidido a proporcionar soluciones apropiadas a las anomias que sufre ese inmenso país. Fue un discurso con un mensaje poderoso a favor de la Ley para la Reforma del sistema sanitario. Estados Unidos dedica más del doble de otras naciones ricas a la salud, pero tiene el peor de los servicios. Es caro y es malo, según las afirmaciones del presidente Obama. El mandatario lo dijo con toda franqueza para que lo oyera todo el que tiene “oídos para oir”: “No soy el primer presidente que afronta esta causa, pero estoy decidido a ser el último”. “Voy a estar abierto a otras las ideas ñagregó- pero no voy a perder el tiempo con los que han hecho el cálculo de que la mejor política para ellos es matar este plan”. El tacto, la profundidad y el valor conque fue planteado el plan de salud de Obama, causó grata impresión en la audiencia y las encuestas registraron una aceptación para el mensaje presidencial del 67%, según la Cadena CNN. El vicepresidente Joe Biden adelantó su optimismo al decir que antes del Día de Acción de Gracias, que será el 28 de noviembre, “tendremos la reforma”. Pero el “pelo en la sopa” no podía faltar, pues el representante derechista de Carolina del Sur, Joe Wilson, interrumpió el discurso para llamar “mentiroso” al presidente Obama en una acción sin precedentes en la historia de actos similares en ese hemiciclo. Luego de haber cosechado el rechazo de sus propios correligionarios, Wilson se excusó y pidió perdón al presidente el cual obtuvo inmediatamente, pero el candidato demócrata en Carolina ñ opositor de Wilson- lanzó una campaña que le proporcionó contribuciones por casi un millón de dólares en un solo día. Donaciones que oscilaron entre cinco y 50 dólares. Parece que la “mala crianza” también tiene malas consecuencias en Carolina. El extremo esfuerzo de Obama a favor de la reforma de salud responde a la rígida oposición de sectores económicos y financieros que lo ven “como el diablo a la cruz”; y no han hecho caso de las palabras del presidente de que los 900 mil millones que cuesta el plan, saldrá de los recortes que se le hagan a los planes en funcionamiento y que se pagará en diez años. El discurso de Obama, sin dudas, caló fuerte y recuerda la expresión de que “no hay arma más poderosa que la de una idea a la que le llegó su momento”. Con esas reformas se erige un nuevo marco de comprensión y espacio para la acción a favor de la asistencia a los pobres en todo el mundo. Una vez resuelta la reforma del sistema de salud de los Estados Unidos tocará el turno a la “reforma migratoria” que esperan 12 millones de personas en ese país para regularizar su permanencia en su nueva patria. Así se complementaría buena parte del contencioso social pendiente y entonces solo quedaría oportunidad para progresar de nuevo, borrando con caracteres de mármol la afrenta del 11 de Septiembre. Ese discurso vale un diez.

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