PENSANDO...
Soberanía
Desde las luchas independentistas y restauradoras de nuestra República hemos sido víctimas de dos intervenciones militares como la del 1916 por marines norteamericanos y la otra por el llamado “FIP” (Fuerza Interamericana de Paz), en 1965. La gloria dominicana no se hizo esperar en manos de patriotas y constitucionalistas para devolver a nuestro país lo más preciado en una nación, su Soberanía. De ahí en adelante las negociaciones de grupos políticos y la ineptitud, acompañada de corrupción desmedida, son las causantes de una tercera intervención, en esta oportunidad, de carácter financiero. Pese a las declaraciones de los incumbentes del sector financiero del gobierno que se oponía a la firma con entidades financieras internacionales, hoy somos presos en nuestra actividad económica de una especie de fideicomiso en los préstamos, que una vez más son la solución del aparato productivo nacional, para mantener la estabilidad macro económica, en base a la deuda que cada día esclaviza a los sectores de clase media y baja, que no son favorecidos por las prebendas de las administraciones políticas. Digo especie de fideicomiso porque nuestras instituciones financieras tienen que solicitar la autorización a las entidades crediticias como el BID, FMI y Banco Mundial, para el desembolso de sumas millonarias, señalando y garantizando cómo, cuándo y dónde, serán hechas esas inversiones que se supone que irán en beneficio de la gran mayoría de los dominicanos, responsables directos de honrar los compromisos de la deuda creada. La historia se repite; poco nacionalismo y gran vocación de endeudarnos para cubrir cada período constitucional. Esa es nuestra respuesta frente a la crisis que comienza a impactar nuestra economía por la baja en el turismo, la caída en las exportaciones de zonas francas y ni hablar de los productos tradicionales que se traducen en una caída abrupta de las recaudaciones fiscales.