MI PALESTRA

Ni curas ni periodistas

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Germán MartínezSanto Domingo

El Presidente de la República ha dicho, quizá como mensaje a ciertos funcionarios y dirigentes de su partido, que como político ha aprendido a no tener diferencias ni con periodistas ni con sacerdotes, o curas como le decimos los dominicanos. Los eternos trujillistas, de los que hay uno que otro de gran connotación en la política nacional, deben recordar que para su Jefe todo estuvo de maravillas hasta que chocó de frente con la iglesia Católica. Y el Presidente debe tener bien presente que en el pasado cuatrienio tuvo problemas incluso porque durante los cuatro años no se utilizó casi la capilla del Palacio Nacional, entre otras cosas. Lo de los periodistas debe recordar al Ejecutivo los problemas innecesarios del maestro con el mal llamado Cuarto Poder, los esfuerzos realizados para mejorar esas relaciones y la realidad de que durante el primer gobierno casi no tenían periodistas a su servicio, aunque había uno Juan Delancer que valía por todos los que hay ahora, prepotentes, engreídos, prevalidos y haítos de poder que no reconocen a nadie y en cada adversario ven a un enemigo. El PRD perdió a la prensa. Recuerdo que siendo Jacobo Majluta presidente del PRD cofundamos junto al colega y amigo Raschid Zaiter, ido a destiempo, el núcleo de periodistas perredeístas, pero hasta de eso se encargó Hipólito Mejia y su funesto PPH, jonto con un grupo de periodistas que no solamente no ayudaron a nadie, sino que se burlaron de todo el mundo. Lo mismo pasó con las buenas relaciones logradas por el líder con la madre iglesia nuestra, y con todas las otras corrientes de pensamiento cristiano, en un mal que comenzó desde el desgobierno de Salvador Jorge Blanco, y llegó a su más alto nivel de rompimiento precisamente en el pasado gobierno del PPH. Así las cosas creo que el Presidente debe sacar de sus posiciones, tanto dentro del gobierno como del partido, a más de uno que no ha entendido que no es miedo, sino que con quienes manejan la verdad no se discute, que no se amenaza, que no se beneficia a uno para perjudicar a otros, que no se deben abrir frentes innecesaros, que gobernar debe ser para todos y que la política es un arte en el que atraer y conseguir es mejor que ahuyentar y dividir. Creo que muchos ya deben estar haciendo sus bultos porque se han pasado cuatro años buscando problemas innecesarios, no solamente con los curas y la prensa, sino con todo el que le pasa por al lado, o piensa diferente, como si fueran locos, largando piedras sin ton ni son.

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