La coyuntura actual
Despertó a la reflexión cómo el Jefe de Estado enfatizó de una manera muy peculiar en un encuentro con un selecto grupo de representantes de la prensa, que nuestra economía nacional estaba siendo afectada por perturbaciones externas. Frente a este panorama tan crudamente trazado, dejo de lado por completo las repercusiones de los problemas de fondo que tiene la sociedad dominicana. Días más tarde, el honorable Presidente de la República, con la serena gravedad que armoniza con su alta investidura, rompe el criticado silencio detallando un plan sobre cómo enfrentar la actual coyuntura de crisis económica que nos amenaza, con un conjunto de medidas como punto de partida. Ahora bien, aceptando algunas acciones como válidas durante su alocución, no podemos olvidar que muchas de esas medidas habían sido ya planteadas con anterioridad en el 2007, como el proyecto de ley de Austeridad, por lo que la credibilidad y la fe pública está en juego sobre cómo se can a cumplir en la actualidad. Además, conviene discernir que dejar de lado las políticas eficaces para reducir las distorsiones en el corto o mediano plazo y evadir o no incluir algunos cambios fundamentales en las medidas enunciadas como la implementación real de la reducción del gasto público, se hace más difícil la superación de lo que está aconteciendo. Sin lugar a dudas, el discurso del Presidente trazó líneas generales, lo que hace imposible que todos estemos de acuerdo. Lo ideal sería, en la actual coyuntura, que los contrarios políticos y los grupos sociales, busquen la unidad y la tolerancia por encima de todas las expectativas para que el país se pueda recupera en el más corto tiempo posible.
