El derecho a la descarga

Quizás sean percepciones mías, pero pienso y digo que cada día tiene su sicología. ¿Acaso anímicamente es igual un sábado que un lunes? El viernes es, para quienes trabajan, el inicio del derecho al desenchufe, a la descarga del estrés. Es más, lo voy a “graficar” con un cuento recopilado por Jaume Soler y María Conangla. Un expositor sobre el tema de la tensión, levantó un vaso con agua y preguntó al auditorio: -¿Cuánto creen ustedes que pesa este vaso con agua?Las respuestas variaron entre 20 y 500 gramos. El orador comentó: -No importa el peso absoluto. Depende de cuánto tiempo voy a sostenerlo. Si lo sostengo por un minuto, no pasa nada. Si lo sostengo durante una hora, tendré un dolor en mi brazo. Si lo sostengo durante un día completo, tendrán que llamar a una ambulancia. Y es exactamente el mismo peso, pero cuando más tiempo paso sosteniéndolo más pesado se va volviendo. Y concluyó: -Si cargamos nuestro fardo todo el tiempo, más pronto o más tarde ya no seremos capaces de continuar; la carga se irá volviendo cada vez más pesada. Lo que debemos hacer es dejar el vaso en algún lugar y descansar un poco antes de sostenerlo nuevamente. Tenemos que dejar la carga de lado periódicamente. ¡De la forma que sea! Sólo si descansamos de ella podremos continuar. Así pues, antes de entrar esta noche en casa, deja afuera el peso, en un rincón. Luego, podrás recogerlo otra vez al volver a tu trabajo. Goza tu descarga, con moderación, para que no te pese mucho. columnayaqui@gmail.com Oiga Salud, Dinero y Amor, 11am, CDN.