A DISTANCIA

Ingrid, libre y feliz

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Adolfo ValenzuelaSanto Domingo

La liberación de la ex candidata presidencial y ex senadora colombiana Ingrid Betancourt les quitó a las FARC su principal joya de negociación con el gobierno colombiano. Las otras alhajas fueron los tres estadounidenses, Thomas Howes, Marc Gonsalves y Keith Stansell, atrapados por los rebeldes tras un accidente aéreo, durante labores “normales” de su trabajo.Al final, el presidente Álvaro Uribe se llevó los logros, en un operativo “demasiado fácil”, y muy cuestionado por la prensa. Ya hasta se habla de que la operación fue un invento para desviar la atención por un supuesto pago de rescate de 20 millones de dólares. El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, ha sostenido desde el principio que la liberación fue el fruto de una infiltración de un agente de inteligencia en la dirección de las FARC. La realidad: la guerrilla de mayor tiempo en América Latina se encuentra acéfala. Con sus líderes fundadores y los de mayor experiencia fuera del panorama, tras sus muertes en operativos del Ejército colombiano, y con un respaldo cada día más tibio, se desconoce si van camino hacia su desaparición, como ha ocurrido con Sendero Luminoso, en Perú, cuyo líder Abimael Guzmán permanece tras las rejas. Alguien que quedó marginado de la acción fue el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien jugó un rol sumamente determinante para que la guerrilla liberara parte de sus rehenes, seis en específico, en un momento en que las relaciones entre Caracas y Bogotá sufrían momentos bastante incómodos. Ese logro, a pesar de sus opositores, debe reconocérsele. Mientras tanto, la suerte de los demás secuestrados está en ascuas. Se desconoce cuál será la decisión final que tomarán los guerrilleros. Varios sectores, internos y externos, han pedido que la mejor actitud que pueden tomar es dejarlos libres. De su lado, Ingrid Betancourt se ha convertido en “vocero no oficial” de los liberados y de aquellos que todavía permanecen en la selva, y disfruta de las muchas emociones que provee la libertad. No se rindió ante el acoso de sus captores y mantuvo una fortaleza que quizás pueda ayudar a convertirla en la primera presidenta colombiana.

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