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Cuando la familia y la escuela se unen

TENER CIERTA DIFICULTAD NO ES OBSTÁCULO PARA QUE UN JOVEN PUEDA IR TRAS SU SUEÑO

Hace cuatro años, con el interés de convertirse en bachiller, llegó al Colegio Santa Teresita, Camilo, un jovencito encantador que a juzgar por su discapacidad física posee destrezas dignas de admirar; además de contar con inmensos deseos de superación para llegar a convertirse en un gran Chef. Cuenta Amalia, directora de la institución, que el trabajo realizado con Camilo ha sido intangible. “Contar con la colaboración de su familia contribuyó con la educación de un niño excepcional”. Valora que a través del hogar, sus padres se preocuparon por brindarle un mejor aprendizaje a su hijo y optaron por ingresarlo a su institución. Asimismo, dice que los trabajos que desempeñó su alumno especial, dentro y fuera del aula, fueron gratificantes, hecho que provoca que el más pretendido del salón obtuviera buenas calificaciones. Luego de un proceso de 4 años, llega el día de dar inicio a las Pruebas Nacionales y es entonces cuando la situación se torna agobiante para su familia y la institución en que estudia, por el hecho de que un niño especial tenga que ir a examinarse junto a sus compañeros y demás estudiantes que toman estas pruebas. Apoyo del MINERDEs por ello que se solicita la intervención del Ministerio de Educación y la respuesta fue enviar una técnica, Sandra Cabrera, quien acompañó durante los cuatro exámenes a Camilo, junto a su maestra particular. Manifiesta que la experiencia con su alumno fue maravillosa, pero admite que el ministerio tiene que elaborar Pruebas Nacionales Especiales, que contengan adaptaciones que permitan un trabajo más factible con estos estudiantes. Su madre Elena Daza, expresa que la enfermedad de Camilo ha sido el mayor reto en la vida de su familia, luego de que su hijo, padeciera un infarto cerebrovascular que le produjo una parálisis al nacer, y debido a ese evento posee una hemiparesia derecha, es decir, que su hemisferio derecho no funciona totalmente bien. Es sorprendente para ella y su esposo, los avances de su chiquito, definitivamente, “es un milagro: camina cuando no debería caminar, y habla cuando tampoco debería hablar”. Explica que su mayor daño físico es notorio en su brazo derecho, lo que ha dificultado que pueda escribir y lo obliga a que tenga que valerse de un computador. La familia Gaitán Daza señala que Camilo ha estado muy expuesto al dolor y eso lo ha ayudado a crecer como ser humano, pero el amor brindado ha generado en él mucha seguridad, al tiempo de describirlo como un ángel, magnífico y especial que sobrepasa los límites de la inocencia.

(+)CAMILO GAITANLa responsabilidad, la solidaridad y el respeto, definen la persona de este jovencito con apenas 21 años de edad, colombiano, pero radicado en el país hace más de 15 años, que a pesar de contar con u-na discapacidad, se ha inclinado en él la disciplina del deporte, practicando natación, futbol y hasta corre. Amante de la gastronomía, sueña en convertirse en un ex-celente Chef. Por lo que partirá hacia Colombia a estudiar cocina, con grandes deseos de su-peración y de llegar lejos. Tiene la idea, pa-ra un futuro lanzar un proyecto de cocina que contempla la instalación de dos restaurantes con una fusión de comida domi-nicana y colombiana.

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