EN NUESTRO IDIOMA
Traviesos y musicales... los acentos
Aparecen y desaparecen, no se ven o se ven muy poco, pero siempre están ahí, aunque no se vean. Se esconden frecuentemente dentro de las sílabas y cuando salen lo hacen como la tabla de multiplicar, siguiendo siempre las mismas reglas… ¿Adivinan ustedes de qué estamos hablando? De esos acentos revoltosos que se pasan la vida haciendo travesuras en el texto. Los acentos sirven para marcar el ritmo y la cadencia musical de manera explícita. Si nos fijamos en el ritmo de la palabra, nos indican dónde debemos poner más énfasis o más fuerza en la pronunciación. Pero además, esos diminutos y antiguos signos, cuyo uso se ha extendido desde el siglo XIX, son útiles para distinguir en el texto escrito palabras que poseen varios significados y distintas funciones. Descubrir los acentos Para descubrir los acentos necesitamos fijarnos muy bien, porque de otro modo no será posible identificarlos y se reirán de nosotros cuando nos equivoquemos leyendo mal las palabras de un texto. Un acento puede cambiar el sentido de lo que queremos decir, haciendo que realmente digamos algo que no habíamos pensado. Arlenis tiene el hábito de salir los sábados por la noche con sus amigos, pero esa costumbre nada tiene que ver con el lugar que él habitó el año pasado que, por cierto, es el mismo que yo habito… Resulta que Arlenis es un primo de Constanza que antes vivía en mi casa junto con mi familia, pero que se mudó apenas encontró su primer empleo. Si Noris cantara bien, le pediría que se uniera al coro de la iglesia, donde se cantará la marcha nupcial con motivo de la boda de mi mejor amiga. Y Anita es mi mejor amiga porque siempre se acuerda de lo que a mí me gusta. Colocar bien todos los acentos en un texto no es tan sencillo. Ciertas destrezas gramaticales se precisan para dominar ese arte. Pero tenemos que admitir que un texto bien escrito, con todos los acentos en su lugar, sin errores, es una de las más bellas obras que podemos construir. Para ello hay que concentrarse, poner atención y no perder la paciencia. Sobre todo no dejar de practicar, porque en la práctica está la clave del éxito. Importancia del acento Si usted quiere comprobar la importancia del acento en un texto haga esta prueba: tome una página de este periódico y marque todas las palabras donde hay acento. Verá que son muchas y que se colocan en distintos lugares. Haga este ejercicio con frecuencia y verá cómo esos signos revoltosos y traviesos salen a la luz y dejan sentir el ritmo musical del texto. Si quiere afinar más, y descubrir cuáles son las palabras agudas, graves, esdrújulas y sobreesdrújulas, tome varios lápices de colores y márquelas con colores distintos… azul, cuando el acento caiga en la primera sílaba contando por el final de la palabra; verde, cuando caiga en la segunda; rojo, en la tercera; marrón, en la cuarta sílaba, desde el final de la palabra. A quienes quieran manejar bien la acentuación, les recomiendo que busquen las reglas más sencillas y practiquen con ellas, pues son muy fáciles de recordar. Luego, si no están seguros cuando escriben una palabra, pueden buscarla en el diccionario, donde encontrarán la respuesta a sus dudas sobre acentos. ¡Buena suerte y manos a la obra!