FESTIVIDADES
Alumnos, padres y maestros están en exámenes
La aplicación de los exámenes finales en los centros educativos anuncia que el año está finalizando. El interés de lograr un final exitoso y feliz une a los alumnos, padres y maestros en un momento de mucho trabajo y compromiso, en el que cada uno juega un papel diferente, pero fundamental, en ese proyecto que es la aprobación de todas las asignaturas del curso. Maestros y directores tienen la obligación de organizar en forma lógica y clara los horarios en que se harán las evaluaciones. Además, han de crear las condiciones físicas y sicológicas necesarias para que los estudiantes puedan trabajar en forma cómoda y relajada, sin apresuramientos que les impidan mostrar todos sus conocimientos. Es importante también que los profesores preparen exámenes claros, con mandatos precisos que no se presten a confusión y que los puntos a tratar se correspondan con el material tratado. Esto no implica que los exámenes vayan a ser fáciles o tontos; por el contrario, evaluarán en forma justa al estudiante y dejarán clara evidencia de que cuentan con los conocimientos y destrezas necesarios para pasar de curso. Al alumno le corresponde estudiar mucho. Sólo el estudio serio, ordenado y suficiente da lo más importante que debemos tener al momento de examinarnos: seguridad. El estudiante que prepara con tiempo el examen de una asignatura vence en un porcentaje muy alto el miedo y el nerviosismo que provocan los exámenes. Los padres no deben ser ajenos a este proceso. Tienen un rol sumamente importante y deben desempeñarlo. Les corresponde acompañar a sus hijos en el proceso de preparación, creando las condiciones para el estudio y dando el necesario seguimiento. No debemos tener dudas sobre el hecho de que finalizar exitosamente el año escolar es un trabajo de equipo. A cada uno de los miembros corresponde una función y debe cumplirla de un modo satisfactorio. Y juntos tendrán la oportunidad de saborear el triunfo.