PANTALLAS

Videoinstalación en el museo Bidó

Al fondo del primer piso del Museo Cándido Bidó, en la ciudad de Bonao, una cortina esconde la video-instalación ganadora de la segunda Bienal de Arte Premio Paleta de Níquel 2007 que organiza la institución: una salita pequeña y al frente una puerta blanca de dos hojas, abierta. Sólo eso al principio. De repente, una chica morena y escuálida aparece por el rellano de la puerta, apartando una cortina blanca. Se pasea de lado a lado. Ríe. Se emociona. Se avergüenza de algo. Luego va apartando la cortina y al hacerlo deja una estela de fotos y vídeos que muestran lo mejor y lo peor del mundo, a intervalos: belleza, abundancia, paisajes, guerra, hambre, desertificación, humoÖ Ahora llora, se deprime. Desaparece. Más imágenes. Aparece de nuevo y con lujuria se come una lechoza con las manos, destrozándola. Luego se toma toda la leche de un jarrón, desparramándola por todo su cuerpo. Y otras cosas más (a nadie le gusta que le cuenten el final de las películas). La chica, en realidad, no está ahí, es sólo un vídeo proyectado en la puerta abierta que tampoco es una puerta, sino dos hojas de madera pegadas a la pared. En apenas tres minutos, el artista vegano Raúl Morilla transporta al público a un viaje “Del pretérito al presente y viceversa” en el que desnuda los sentimientos más egoístas del ser humano a través de símbolos. La salita amueblada con aires contemporáneos representa el presente y la puerta de dos hojas representa lo antiguo, el pasado. Como el punto de vista de los artistas, a veces, suele tener varias interpretaciones, LISTÍN DIARIO conversó con Raúl Morilla y le pidió que explica la propuesta. Y así lo hizo: “El vídeo trata de cómo los problemas de verdad están acabando con el mundo, lo reconocemos, pero luego lo olvidamos. Primero se ve una cortina y aparece la mujer, ella va develando la cortina y en el transfondo comienzan a verse los problemas. Caemos en cuenta pero volvemos a la rutina. Ella sale de nuevo. En el momento de tomar conciencia aparece la mujer que hace que te olvides de nuevo de los problemas”. ¿Por qué una mujer?Representa al ser humano. La mujer, estéticamente, permite un mejor tratamiento plástico que el hombre. Y está desnuda para no encasillarla y no colocarla ante ninguna situación. Si la visto es fácil ubicarla cultural y geográficamente. Desnuda simboliza al hombre universal, porque lo que planteo está en todas partes”. ¿La lechosa y la leche?Representan la ambición y el egoísmo. Ella se bebe la leche y se sacia pero la leche se derrama y aún así sigue tomándola. Cada día hay más hambre y más problemas económicos, pero también en el mundo hay más dinero. Pero el grupo que lo maneja no se sacia, lo derrama. Es como si dijera: No me importa que la gente se esté muriendo. La videoinstalación en el país, ¿una nueva forma de expresar el arte?El arte tiene que irse adaptando a los medios y el artista debe ir acorde con los tiempos. El mismo medio te exige los planteamientos y los medios que debes usar. Esa problemática sería difícil de transmitir con una pintura, tendría que hacer un mural y ni así. Además, las generaciones que vienen se desenvuelven en ese medio y de esta forma captan más rápido el planteamiento que expresas. Uso la videoinstalación porque me gusta compensar la obra, que te marque, que te haga sentir en un espacio real. Los artistas del interior se están destacando...Yo creo que la ubicación no tiene nada que ver. La primera vez que participé en la Bienal Nacional alguien me dijo que no podía ser de La Vega, porque el trabajo era muy bueno. Hoy día puedes entrar en cualquier museo y aprender donde sea. Sólo debes estar a la vanguardia, mantener el contacto con el arte, con lo que haces.

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