¿Dónde están los niños que quieren ser bomberos?
De Cerca

Cuando mi hijo mayor cursaba los estudios primarios, él y todos sus compañeritos del colegio querían ser bomberos. Su ingenuidad se dejaba seducir por el colorido uniforme, la extraordinaria sensación de conducir un enorme camión cisterna lleno de luces que encienden y apagan, el sonido de la sirena y la vocación de salvar vidas salpicada de adrenalina.
De esos niños, ninguno eligió finalmente ser bombero como profesión. Sus sueños sucumbieron cuando crecieron, y ante la compresión de la realidad que implica este servicio.
Tristemente, ser bombero ha dejado de ser el anhelo de una generación que se ve más identificada con la popularidad de un youtuber o la prosperidad económica que muestran los cantantes de música moderna.
Y no los culpo. En más de una ocasión se desvela la precariedad y el abandono de los efectivos del servicio de prevención y extinción de incendios, y cada vez se hace más vulnerable la vida de quienes arriesgan todo para cumplir con la operatividad de las instituciones de socorro, donde la falta de apoyo y de recursos económicos hace difícil el éxito de su trabajo.
Mariah Valera
Entre los bomberos que trabajaron intensas horas para mitigar los daños dejados por la explosión que recientemente ocurrió en la provincia de San Cristóbal, se ha destacado el rol de la voluntaria Mariah Valera.
Pertenece a la Brigada Femenina del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, 2do. teniente. Sus fotografías se han hecho virales en las redes sociales.
La joven no mostró temor en arriesgar su vida con tal de rescatar personas que necesitaban ayuda. Y, además de ser voluntaria del Cuerpo de Bomberos, apenas tiene 19 años.
Con una sólida vocación de servicio y amor al prójimo, Valera ha demostrado que la juventud no es un impedimento para aportar en beneficio de su país.
Como madre, como mujer y como dominicana, mi corazón se llena de orgullo al ver a Mariah con valentía trabajando sin ningún otro interés que colaborar en la zona cero, donde ocurrió la explosión que terminó con un voraz incendio.
Otros jóvenes
En medio de la angustia de la tragedia que arropa a San Cristóbal, y a todo el país, qué gratas han sido imágenes de tantas mujeres y hombres realizando una loable labor. Entre ellos muchos jóvenes. Manny Medina, de 19 años y Julio César Guzmán Jorge, de 22, también han sido parte del equipo de socorro. Ambos pertenecen al Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal.
El ejemplo
En el caso de Mariah Valera su deseo de ayudar nace en la formación familiar. Su padre, César Valera, y su hermano Bryan, también son bomberos, de ellos se inspiró para elegir esa profesión.
Su madre, la periodista Rita Pérez, es una intachable dirigente gremial que ha hecho camino al andar en la defensa de la clase periodística a través de la Asociación Dominicana de Medios Digitales (Sodomedi).
De ella heredó la pasión por la comunicación, por eso ha sido tan celebrada la decisión de la directiva de la Universidad Católica de Santo Domingo, de otorgar una beca de estudios en Comunicación Social a Mariah.
Mariah, Manny y Julio César hoy son el rostro de una gran parte de la juventud dominicana, han desafiado su juventud y sin importar su género trabajaron incansablemente por rescatar personas debajo de los escombros que dejó el siniestro en San Cristóbal.
Desconozco si de niños soñaban con ser bomberos, ahora eso no importa, la realidad es que han hecho un excelente trabajo y nos sentimos orgullosos de que pertenezcan al Cuerpo de Bomberos.
Estos jóvenes deberían pasearse por los centros educativos para inspirar a otros niños, quizá, pronto surja una generación con miles de candidatos para ser bomberos, tal vez así las autoridades entiendan la importancia de invertir oportunamente en esta entidad de servicio, para cuando necesitemos socorro podamos contar con recursos y un personal preparado.
¡Hasta el lunes!