"El miedo nunca me ha paralizado antes los desafios que elegí y los que la vida me da"

Claudia Daly es una de esas ‘abejitas secretas’ que trabaja sin descanso y sin esperar recompensas, en favor de las personas más vulnerables.

Su nombre es conocido por los residentes en la zona de Bávaro, al Este de República Dominicana, no solo por ser la primera odontóloga que empezó a ejercer la profesión en esa comunidad, además, por la labor altruista que ha venido desarrollando paulatinamente a través del tiempo.

Daly nació en San Pedro de Macorís, y estudió odontología en la Universidad Central del Este. Al terminar su preparación decidió encaminar sus pasos hacia Bávaro, y es ahí donde empieza a identificar las necesidades de bienestar de la zona.

“Llegué a Bávaro siendo divorciada y con un niño de cuatro meses, era difícil en ese entonces para una mujer empezar de cero, y lo sigue siendo ahora, pero el miedo no me detuvo”, expresó durante la conversación con el equipo de Listín Diario.

Es una mujer determinada, empática con las necesidades de su prójimo y con una gran sensibilidad, características que forman parte esencial de su vida, y las cuales se refleja en su carrera profesional.

Poco a poco, Daly fue diseñando una estructura solidaria para llevar salud bucal a los residentes de Bávaro y áreas aledañas, una zona que, en ese entonces, carecía de facilidades en este tipo de servicios.

“Nunca he sido ajena a las necesidades de mi pueblo. Identifiqué que la forma en la que podía ayudar era a través de mi profesión de odontóloga, así que hice público mi deseo y pronto empecé a atender emergencias las 24 horas del día, a domicilio, porque la mayoría de los pacientes no tenía como llegar hasta el centro”, rememora la doctora satisfecha con todo lo logrado.

La empresaria

Su trabajo honesto y tesonero no tardó en dar sus frutos. Su pasión, compromiso y disposición para ayudar, fueron posicionando su nombre, y, como era de esperarse, sus servicios se convirtieron en los más demandados de la zona, ya no solo por personas de escasos recursos, también por residentes y turistas quienes tenían la posibilidad de contratarla y eran motivados por la calidad de sus trabajos de odontología y su forma amable de tratar a las personas.

Como parte de su crecimiento, la doctora Daly se convirtió en empresaria. Abrió una tienda de regalos, un centro de llamadas y un colegio bilingüe, tres tipos de negocios que no existían en el pueblo, y que permitieron crear fuentes de empleos en favor de los munícipes.

Aporte

Su labor altruista va más allá de los servicios de salud bucal a personas de escasos recursos. Daly se ha convertido en conferencista, y a través de su testimonio motiva a otras mujeres a emprender en negocios que pueden desarrollar al tiempo que atienden sus familias.

“Mi historia ha tenido rosas y espinas, la vida nos pone ante situaciones difíciles, pero siempre debemos seguir adelante. Mi deseo es que sirva para que otras mujeres puedan obtener herramientas para crear sus propias fuentes de ingresos”, dice la especialista en odontología.

Con la intención de apoyar a las familias que tienen hijos sobresalientes en los estudios, el centro educativo Bávaro Bilingual School posee un plan de becas, extensivo a los jóvenes con determinadas habilidades deportivas. “Como madre reconozco la importancia de la educación para nuestros hijos, y aquí también son bienvenidos los estudiantes con condiciones especiales, para ellos se desarrolla un plan especial de enseñanza integral”.

Familia y negocios

Esposa y madre de cuatro hijos, involucrada en sus actividades solidarias y comerciales, Daly se vio precisada a dar prioridades en su vida.

“Indiscutiblemente, las actividades fueron siendo cada vez más absorbentes, y ameritaban de mi participación directa en gran medida, al final tuve que elegir lo que más amo, mi familia. Aprendí a equilibrar mi tiempo, a delegar. No fue fácil porque por mi personalidad suelo asumir con mucho compromiso y carácter lo que me propongo, pero ya era muy desgastante física y emocionalmente, y, de alguna manera, provocaba cierto descuido en alguna de las áreas”, reflexiona Daly.

La doctora relató, con cierta jocosidad, que ha bajado un poco la intensidad. “Dedico más tiempo a mi familia y a la educación. Estoy enfocando mi experiencia para afianzar un modelo de educación acorde a los nuevos tiempos, seguir trabajando la inclusión y educar a los padres en este sentido”, concluyó.

De interés.

En la actualidad, Claudia Daly es la presidente de la Asociación de Empresarios de Bávaro, posición que expresa que ha significado un gran reto.

“Pienso que en algunos aspectos el pueblo de Bávaro se ha quedado rezagado, por esta razón estamos aunando esfuerzos para trabajar en favor del desarrollo interno del municipio. Siempre se ha priorizado como la hotelería, pero necesitamos más impulso”.