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CRÓNICA LIGERA

Son válidas las segundas, terceras y cuartas oportunidades?

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Ana Mercy OtáñezSanto Domingo

No desde siempre he creído en las segundas oportunidades, mucho menos en las terceras o en las cuartas, aunque con determinados hechos, situaciones o personas no lo haya puesto en práctica en algún momento de mi existencia, gracias a mi inmadurez, hoy el tiempo ha sido testigo de lo importante que es para mí aplicar bajo otros criterios y sustentadas en otros conocimientos, darnos y dar otras oportunidades, porque una de ellas será la definitiva o simplemente nos ayudará a alcanzar una meta, quizás sea lo que necesitamos para desistir de un sueño o puede ser que esa sea la necesaria para satisfacer nuestra alma o complacer a nuestro corazón.

Es una práctica difícil, si operamos desde el ego, pero fácil si lo hacemos desde el alma. Son nuestros pensamientos y posiciones ante cada oportunidad dada, lo que se constituye en el aprendizaje ideal y, a su vez, es una gran lección de vida. ¡Una oportunidad lo puede cambiar todo! La vida, los sueños, las esperanzas, el amor, lo profesional y lo espiritual.

¡En la vida!

Cuando hablamos de darnos o dar otra oportunidad, todos nuestros pensamientos se dirigen hacia nuestras relaciones amorosas, sin embargo, he aprendido que antes de las oportunidades en cuestiones de sentimientos hacia otros, está nuestro yo interno, porque a veces somos nosotros los que no nos preparamos de adentro hacia afuera para darnos una oportunidad en todos los aspectos de nuestra vida. “Las oportunidades son calvas y debemos agarrarlas por los cabellos”, entonces, apliquemos esto cuando alguien nos decepciona, cuando el amor se muda, cuando un negocio quiebra, cuando un proyecto fracasa o cuando los planes no se dieron como esperábamos…

En estos tiempos, que vamos rápido y que las sociedades no, exigen, nos imponen y nos dirigen, debemos darnos el respiro de tomar las oportunidades que la vida nos presente y sino llegan salir a buscarlas.

Primero nosotros…

Abrazar una oportunidad que se nos presente es volver a nacer, es empezar de nuevo, pero con nosotras mismas. Debemos darnos nosotros primero la oportunidad de comenzar antes de darla a otros, es un proceso de preparación del alma que se manifiesta en expresiones de aceptación. Si analizamos el camino recorrido en nuestra vida, podemos llegar a la conclusión que hemos recibido todo tipo de oportunidades en todas las áreas, unas bien aprovechadas, otras desperdiciadas, pero en ambos casos nos han servido para continuar o para aprender, sin embargo,

¿Por qué se nos hace tan difícil hacerlo entre nosotros mismos? Por dolor, por rencor, por todos prejuicios, por el que dirán, por lo que piensan los demás… No importa en qué área debas darte o darle a alguien una nueva oportunidad, lo importante es que emocionalmente estés consciente y preparada, que en realidad eso es lo que quieres… A veces es tarde y es el corazón que nos lo dice o la partida definitiva que nos golpea… Nunca compares tus inicios con la cúspide de quienes te adversan… ¡Date las oportunidades que sean necesarias y vive!

Con el favor de Dios nos leemos la próxima semana.

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