Decisiones que generan felicidad

Meghan Markle y el príncipe Harry han logrado que en esta pequeña isla muchos dejemos de lado las informaciones locales para dar seguimiento a sus pasos, tras el anuncio de que abandonan los ‘privilegios’ de ser parte de la realeza británica. Una decisión sin duda histórica e impensable para quienes analizan con detenimiento los beneficios económicos de su rol en la Familia Real; pero esperada por los expertos en Protocolo Real que han seguido de cerca la evolución de la pareja.

Motivos Una disputa legal interminable en contra de los principales diarios británicos a causa del acoso mediático, un evidente alejamiento de la reina Isabel II, el príncipe Carlos y los duques de Cambridge, el deseo que han expresado sin tapujos de disfrutar de una vida más íntima y ‘normal’, figuran entre la especulaciones de la prensa rosa sobre los motivos de su decisión. Muchos en favor los convierten en víctimas, otros en contra, los tildan de insensatos. Lo cierto es que la noticia ha alborotado las redes sociales y es, sin duda, una decisión valiente.

El experto En una etapa de mi vida en la que me interesaba en leer sobre filosofía, algo que aprendí escudriñando en los trabajos del filósofo y psicólogo William James, fue que “para ser feliz hay que tomar decisiones”. El término felicidad tiene un concepto distinto para cada persona, es como lograr mantenernos en un punto idóneo de equilibrio donde todas las áreas de nuestra vida estén en armonía. Al parecer Meghan y Harry lo saben.

“Nos pasamos la vida tomando decisiones, la mayoría basadas en aprendizajes que hemos adquirido. En el momento presente somos el producto de las decisiones que hemos ido tomando. Ejecutando unas conductas en vez de otras, hemos obtenido una serie de vivencias que determinan este preciso instante, aquí y ahora. No podemos rechazar la responsabilidad que esto conlleva”, confirma James.

Ser feliz En octubre pasado, los residentes en Reino Unido conocieron un poco cómo piensa la pareja, a través de un documental de la cadena ITV filmado durante una gira por África. Allí, la duquesa de Sussex admitió que adaptarse a la vida real había sido difícil y que no estaba preparada para el nivel de escrutinio intenso de los medios al que estaba sometida. No soy quien para juzgar su decisión, pero si para Meghan y Harry el título de duques de Sussex implica dejar de ser quienes quieren ser, les coarta de disfrutar de su matrimonio, de su hijo y de las cosas que los apasionan, si los aleja su contexto de ‘ser felices’, pues adelante, porque han tomado una buena decisión… Y como reza un refrán popular: “El corazón de la auyama, solo lo conoce el cuchillo”.

¡Hasta el lunes!