‘El origen lejano de una historia cercana’

Soy parte de la generación de dominicanos que creció visitando La Sirena, tienda ícono de la avenida Mella, y he tenido la suerte de ver la evolución de la empresa hasta convertirse en parte del emporio empresarial que hoy conocemos como Grupo Ramos. Lo que nunca me detuve a pensar, fue cómo era el ser humano que había estado detrás del exitoso proyecto. La trayectoria de don Román Ramos Uría es más que un testimonio de disciplina, trabajo y superación; es también un ejemplo de humildad, responsabilidad y compromiso con el país. Este país que lo acogió desde muy joven y en el cual ha forjado su familia.

Ayudar a la suerte

Procedente de una familia de comerciantes, su infancia transcurrió en Pola de Allande, un pueblo asturiano, al norte de España, que años más tarde motivó el nombre de su cadena de supermercados. Nada le cayó del cielo, ha trabajado cada día para lograr su meta. Pasos pequeños bien estructurados que han dado como resultado la estabilidad de un negocio que no se detiene. “Mi trayectoria empresarial es hija de las circunstancias que se fueron presentando”, contó don Román en un íntimo encuentro con la prensa. Sin embargo, de no haber sido por su enfoque y compromiso, la historia sería otra.

El legado

Como un aporte a las generaciones actuales y venideras, don Román ha resumido la historia de su vida empresarial en el libro “El origen cercano de una historia lejana”. 225 exquisitas páginas repletas de fotografías que revelan detalles nunca antes compartidos sobre la evolución y la mística de un gran negocio. La obra, además, como parte de su interesante contenido, plasma varias citas, que han sido denominadas ‘Claves de éxito’. En breves frases el protagonista comparte su sabiduría y experiencia. “Hay que ser humilde para reconocer cuando nuestras ideas responden a estilos o esquemas pasados de moda, y aceptar los cambiosÖ”, una de mis favoritas.

Listo para el relevo

Con humildad don Román expresa: “El relevo generacional ha sido uno de mis éxitos. Desde el principio, quise crear una empresa familiar que estuviera sustentada en bases sólidas, institucionalizada y con una estructura que permitiera el desarrollo de nuevos líderes dentro del negocio”, sin duda, una visión que ha facilitado el proceso. Don Roman fue enfático al aclarar que “en el Grupo Ramos ninguna posición es asignada sencillamente por llevar el apellido Ramos. Cada puesto pertenece a quien trabaje para ser digno de ocuparlo. Me siento tranquilo y confiado, porque tenemos al mejor equipo para llevar las riendas del negocio”. ¡Me encantó el encuentro y me llevé un gran aprendizaje! No tengo dudas, la unidad familiar, el trabajo y la pasión, son fuertes pilares del éxito. ¡Hasta el lunes!