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CRÓNICA LIGERA

La simplicidad de vivir

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Ana Mercy OtáñezSanto Domingo

Vivir en la simplicidad es más que asumir un comportamiento social simple donde se busca el equilibrio entre la diversión y el trabajo. Poniendo mayor atención en la realización personal y en la construcción de relaciones de amistad, pasiones y aficiones. La sencillez de vivir nace cuando de golpe la vida te enfrenta a situaciones, personas y momentos. Nadie encuentra virtud en lo natural sin antes haber experimentado la dureza de un golpe tal cual aplanadora que, nos hunde, nos pega y nos pisa, arremetiendo contra nuestro corazón y sacudiéndonos el alma.

La actualidad La forma en la que vivimos nos está enfrentando a nosotros mismos y así lo demostramos en la insatisfacción con la que procedemos. Dentro de nosotros las expectativas son muy altas, los deseos sobrepasan nuestras capacidades, nos peleamos con nuestras debilidades y en la mayoría de los casos el tema lo relacionamos con nuestras limitaciones adquisitivas, entonces, todo el tiempo estamos necesitando algo: ropa, carro, viajes, comida, fiesta, atención, cuidado y nos olvidamos de nuestros logros, del valor de nuestras fortalezas, del espacio que ocupamos en el mundo, de lo que tenemos, de nuestras bondades, pero lo más importante, de reconocerlo y de ser agradececidos.

Felicidad De la felicidad a la simplicidad solo hay palabras que la cruzan o la enfrentan... La primera depende de nosotros, no de las circunstancias externas, sino de la sencillez que podemos encontrar a diario en la franqueza, lo genuino y lo natural. Ambas se complementan permitiéndonos vivir bajo un esquema de gozo, tranquilidad y amor, no de competición. Dejemos el acelere, las preocupaciones innecesarias y el afán de tener. ¿Cuál es el propósito de hacer fortuna y no poder disfrutarla? Concentrémonos en vivir para nosotros, no para otros.

Reflexión No esperemos que la vida nos obligue a involucrarnos en un viaje lento por alguna situación o por enfermedad, bajemos la intensidad y empecemos a vivir bajo un ritmo que nos permita durar mucho tiempo en el regocijo de disfrutar donde estamos, que tenemos y hacia donde vamos. Dejemos de vivir en el circulo del consumismo “trabajo-gano-consumo”, y volvamos a vivir en la calidad de las buenas costumbres, en la valoración de lo cotidiano y en el acercamiento de a quienes tenemos en nuestras vidas. Aplica para quienes mantienen una vida en las redes sociales y otra en la intimidad de su hogar y en el trabajo.

Con el poder de Dios nos leemos la próxima semana.

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