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“Aquel día que decidí triunfar”

Walt Disney, creador del legendario personaje Mickey Mouse, es el protagonista de la más reciente edición de la revista Ritmo Platinum de LISTÍN DIARIO. Sus páginas presentan un encantador recorrido por la vida de quien ha sido considerado la figura capital de la historia del cine de animación, y un icono mundial por sus importantes aportes a la industria del entretenimiento. Esta publicación, magistralmente concebida, ha motivado estas líneas.

Contrario a lo que pudiera pensarse, la vida Walt Disney no fue un ‘cuento de hadas’. Su biografía reseña que pasó grandes dificultades económicas desde su infancia y a lo largo de su carrera. Trabajó como repartidor de periódicos y conductor de ambulancia. Sin embargo, nunca desistió de su gran sueño como caricaturista. Durante su carrera fue premiado con 26 premios Óscar, de un total de 59 nominaciones, y recibió otros cuatro premios honoríficos, lo que lo convierte en la persona que más premios de la Academia ha ganado.

Disney es dueño de una rica historia de enseñanzas de Marketing y motivación. Su legado dejó un negocio millonario y un gran aprendizaje para las generaciones posteriores.

¿Qué lo que hizo un triunfador? Una pregunta que muchos se hacen y que cada quien responde de acuerdo a lo que ha podido percibir de este gran hombre. “Y así, después de esperar tanto, un día decidí triunfar… decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas”, un fragmento de una reflexión escrita por el creador del “lugar más feliz del mundo”, y que da respuesta a la interrogante. Efectivamente, lo único que necesitamos para alcanzar el éxito es, más que visualizarlo, accionar y trabajarlo. Disney soñó sin miedo y como los líderes efectivos sabía que necesitaba de otras personas para materializar sus sueños: Generaba confianza en su equipo, transmitía su visión y era capaz de entusiasmar al grupo, se enfrentaba a los problemas, no los evadía ni buscaba culpables.

La mejor lección de marketing personal o de negocios que he recibido está escondida en la vida de Disney: la esencia de cada acción realizada debe ser maravillar. Como él lo hizo. Su obsesión por los detalles es única, detrás de cada creación persiguió crear experiencias, conceptos que siguen presentes en una de las marcas más admiradas y exitosas del mundo, el parque de Disney. Su capacidad de pensar que todo es posible fue su sello distintivo. Él estaba claro en que, sin importar el contexto, las personas siempre serán lo más importante. El parque temático Walt Disney World es la mejor prueba. El gran impacto que tiene en la vida de cada uno de sus visitantes es tan poderoso que se convierten en sus principales promotores.

Su vida enseña, además, que Los fracasos son parte del proceso. Lo intentó una y otra vez... “Es más fuerte el que se levanta que el que aún no ha caído”, reza un refrán popular. El éxito de Walt Disney, como de otros personajes de la humanidad, vino después de una secuencia de fracasos y dificultades. Lo que más admiro de Walt Disney es que vivió aferrado a un propósito: “Llega un momento donde uno no trabaja por el dinero”, dijo una vez. Y es ese momento en que la pasión por lo que haces y por lo que estás dispuesto a hacer por la vida de las personas, es lo que da significado a tu vida. Walt Disney creyó en que las cosas podrían ser mejores, diferentes y positivas. El creer que era posible, lo hizo posible. ¡Qué buena lección para iniciar el año! Está en nuestras manos empezar a escribir la historia, para luego contarle a nuestros nietos sobre “aquel día que decidí triunfar”…

¡Hasta el lunes!

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