PROTAGONISTAS
José Mármol celebra el don de la vida
Lo mejor de ser abuelo

José Mármol dice que su nieto es el dueño absoluto de la felicidad y las virtudes de esta nueva etapa en su vida y la de su familia. Solo me bastó una conversación sobre el tema para comprobarlo y ver cómo su vástago, Gónzalo Mármol Guzmán, lo tiene embelesado.
Me contó que en sus recientes vacaciones lo más emocionante fue compartir esta travesía en compañía de él. Durante esos días pudo ocuparse de su nieto y dedicarle tiempo para mimarlo, pasearlo y dormirlo. “Como abuelo, con un niño de apenas seis meses, han sido las vacaciones más hermosas. Fue, en verdad, un tiempo maravilloso y daría lo imposible por repetirlo”.
“Solo me basta una sonrisa suya para celebrar con gratitud el don de la vida y el misterio de la existencia”, asegura.
¿Cómo es José Mármol de abuelo? Esta experiencia es similar a la de ser padre. No tienes noción de ella hasta que realmente la vives. Gonzalo me ha dado la oportunidad de volver a experimentar la infinita pureza de la ternura. Me encanta ocuparme de él, como lo hice a su hora con mis hijos; prepararle y darle sus alimentos, cuando las circunstancias y sus amorosos padres, Yasser José Mármol Lara y Joanna Guzmán Cuesta, me lo permiten.
¿Qué emociones experimenta cuando lo tiene entre sus brazos? Cuando lo tengo en mis brazos me siento el ser humano más dichoso y privilegiado. Él es el fruto hermoso del amor de uno de nuestros dos hijos, el mayor, Yasser y su esposa Joanna. Abrazarlo es sentir el calor de un retoño, inocente y sonreído, de mi propia vida. Sus pequeñas carcajadas y su mirada contemplativa, acciones que combina con inusitada rapidez, a pesar de su temprana edad, prefiguran la personalidad de un niño feliz, perceptivo y cariñoso. Cuando lo abrazo, cierro los ojos y me lo imagino, en el futuro cercano, conversando amenamente conmigo y descubriendo, de mi mano, el mundo que le irá tocando vivir.
¿Cómo le gustaría que su nieto lo recordara? Especialmente, como un buen amigo; como un afectuoso maestro; como un complemento del apoyo, la protección, el cuidado y el amor que ya recibe de sus padres, de sus otros abuelos y de los demás familiares. Si Gonzalo llegara a decir alguna vez que vio en mí a un amigo bondadoso y confiable, entonces, mi misión de abuelo habrá logrado su mayor sentido.
¿Cómo ha cambiado su vida después de su nacimiento? Gonzalo ha sido para mí y para toda la familia un símbolo de reafirmación y redención del sentido de la vida. Ha tenido, sin proponérselo, la invaluable misión de llenar el vacío que nos dejó la partida definitiva de mi madre, apenas 45 días después de su nacimiento. No se conocieron y sentí dolor por ello. Él es, en sí mismo, un mensaje de alegría, de esperanza; es la encarnación del triunfo de la ilusión y la gracia de vivir por sobre el dolor y la tristeza. Con su llegada a nuestras vidas, Gonzalo nos redimió de la angustia por aquella partida.
¿ES EL ABUELO QUE SIEMPRE SOÑÓ ? He soñado con brindar, sobre todo, amor a mis nietos, como de mis padres lo aprendí para con mis hijos. Gonzalo es el primer nieto para ambas familias. Espero que lleguen más, y que sean ellos quienes anhelen mi compañía, mi cariño, enseñanzas y mi complicidad. Que ellos puedan decir que tuvieron el abuelo que soñaron.
¿QUÉ LEGADO DEJARÁ A SUS NIETOS? Huellas, muy marcadas huellas de valores humanos en sus corazones. Que aprecien y practiquen el amor, la solidaridad, el respeto y responsabilidad frente a los demás, la honestidad; que valoren la disciplina, la pasión por el saber; que sus días se llenen de gratitud a la vida, a la unidad familiar y que alberguen en sus espíritus la fe en poder hacer algo, como hombres y mujeres íntegros, para la construcción de un mundo mejor. Que se les respete y gocen de consideración y admiración por lo que puedan llegar a ser y no por lo que puedan llegar a tener.




