UN MOTIVO PARA VIAJAR
Un recorrido por Rusia
Julio Fernández describe a Rusia como un país inmenso, que abraza la religión eminentemente ortodoxa, lo que se puede ver en sus iglesias

Elegir un destino para vacacionar es una de las principales anotaciones que cada año encabeza la agenda de Julio Fernández, un hombre que tiene como filosofía de vida que viajar es como recargar energía y fortalecer sus conocimientos con la cultura de otros países.
Hoy Julio Fernández cuenta cómo organizó un viaje con una parada en Rusia. “La historia de llegar a esa lejana nación es curiosa. Conocí a finales de los 80 a los hijos del embajador de Israel acreditado en el país, Shamuel Tevet, con quienes inicié una hermosa amistad que ha permanecido hasta ahora.
A mis amigos Sigal, Gal e Idit Tevet lehice la promesa de visitar su país algún día. Luego de su salida de República Dominicana he mantendio un contacto permanente con ellos, sin importar la distancia. Esta comunicación ha sido el sello que ha dado vida a este vínculo desde 1990, cuando le prometí que algún día les visitaría.
Casi 24 años después, decidí visitarlos, así que me puse a ver vuelos, tiempos y la ruta más adecuada, que era salir desde NY vía Moscú por lo que pensé que hacer una parada allí no sería mala idea y no me arrepiento.
Confiesa que aunque sintió un poco de ansiedad al llegar a Rusia por la barrera del idioma ¡Le encantó! Porque al ser una ciudad tan poblada, transportarse de un lugar a otro se convirtió en un reto para él.
“Con la referencia que me dieron algunos amigos que ya habían vivido la experiencia, me imaginé una ciudad gigantesca, llena de imponentes edificaciones y algo complicada de recorrer. Para buena suerte, mi llegada coincidió con un feriado. Transitar por sus calles y apreciar la belleza de cada lugar fue perfecto”, comenta el feliz viajero.
Caminar bajo una temperatura fría de 11 grados a la luz del día y 5 al llegar la noche, en pleno septiembre no detuvo su deseo de disfrutar de una imponente ciudad que al oscurecer la iluminación de los edificios le da otro giro a la estadía de los visitantes, haciendo de cada mirada una panorámica diferente y fuera de serie, resalta Fernández.
Expresa que cada viaje trae consigo tremendas experiencias de vida, y Moscú no fue la excepción, pues le dejó bien claro que es un país desarrollado, relativamente cerrado al turismo y de contrastes .
Visitar el Museo de Ciencias Terrestre, la Plaza Roja, el Kremlin, la Catedral de San Basilio, Mausoleo de Lenin, el Puente sobre el Río Moscú, la Cuadra de las Catedrales, Torre de la Campana de Iván el Grande, además del Teatro Bolshói, el Museo de Historia, El Octubre Rojo, Catedral Cristo Salvador y el Museo de Finas Artes Pushkin, marcaron un antes y un después en la larga agenda de vacaciones de este apasionado de dar la vuelta al mundo.
Dentro de esa lista que cautivaron a Fernández hay dos que dejaron sus huellas: el Mausoleo de Lenin, porque, según sus palabras, caminar allí dentro y ver el cuerpo embalsamado de Vladimir Lenin, líder revolucionario de corriente marxista, lo transportó a una era comunista; y la Catedral de San Basilio, ubicada en la Plaza Roja. Es una icónica iglesia que desde que el visitante se acerca, la construcción del imponente edificio se roba la mirada de todo el que se acerca, por sus asombrosas y coloridas cúpulas y nueve capillas independientes.
COCINA
Dice que en su gastronomía las sopas juegan un papel importante en la cocina rusa. Es el país del caviar rojo y negro, huevas exquisistas del pez esturion y otros manjares de platos variados.Dice que en su gastronomía las sopas juegan un papel importante en la cocina rusa. Es el país del caviar rojo y negro, huevas exquisistas del pez esturion y otros manjares de platos variados.



