Martha Morales de Herrera: “Ser madre es mi mayor orgullo”

“Mi mamá es lo más preciado que tengo. Ella me motiva a ser una mejor persona y a siempre esforzarme para conseguir lo que me propongo. Es una mujer inteligente y luchadora que en todo momento está ahí, sin importar las circunstancias”. Este testimonio no fue sacado de un libro de fábula, ni mucho menos inventado por un escritor de novela. Es el arrojo emocional de Gabrielle, una de la hijas de Martha Morales de Herrera. Ella, por su parte, no está sorprendida. Reconoce que estas palabras son la cosecha de 22 años de vivencias en la maternidad. Martha confiesa en esta entrevista que siempre tuvo muy claro la gran responsabilidad que conlleva ser madre, uno de los valores más importante que aprendió de su progenitora, quien fue un gran ejemplo a seguir porque fue una mujer emprendedora, muy trabajadora y muy entregada a sus hijos. Además de Gabrielle, Martha tiene a Laura, de 12 años, y a Natalia de 6, para lo que aclara que la diferencia de edad entre cada una se debe a que cada parto fue planificado. Recuento “Cuando nos casamos, decidimos procrear de una vez, porque Eddy Herrera aún trabajaba en la orquesta de Wilfrido Vargas y viajaba mucho. Para esa época vivíamos en Miami y decidimos comenzar la familia para que yo no pasara tanto tiempo a solas. Luego, Eddy se independiza y nos mudamos a Santo Domingo. Esperamos nueve años para tener otro bebe. En este período ambos nos desarrollamos profesionalmente mientras yo también me acostumbraba a la vida lejos de mi familia inmediata y fuera de mi país”, expresa Martha. Recuerda que cuando Laura tenía 6 años les hacía falta un bebé en casa, por lo que hacen un nuevo intento para ver si al fin tenían el varoncito; ahí llegó Natalia y cerraron con broche de oro la “fábrica”. La feliz mamá sostiene que para ella ser madre es uno de los regalos más grandes que Dios le puede dar a una mujer, porque cuidar, guiar y moldear a un ser y experimentar su cambio día a día no tiene precio. “Sin dudas te llena de orgullo y felicidad”, dice Asegura que lo que es hoy como madre, responde a un patrón genético en gran parte, pues entiende que como mujer siempre tratamos de imitar a nuestra progenitora, pero lo cierto es que cada niño es un ser distinto y no viene con un manual de instrucción. “Con cada una de mis hijas he aprendido algo y siento que aún me quedan muchas cosas más por aprender”. Martha está convencidaa de que lo importante es mantenerse abierto y vivir en el tiempo actual respecto a la educación, formación y convivencia con los hijos. Cuando se le pregunto si siente que a veces hace el rol de papá y mamá me contesta que, definitivamente, muchas veces ha asumido el rol de papá en casa, ya que su esposo viaja mucho; pero la convivencia es fácil, “quizás porque son niñas y estamos acostumbradas”. “Los permisos en casa los doy yo, porque generalmente surgen en el fin de semana y papá no se encuentra en casa. Aunque creo que ellas prefieren que sea él que los dé. Pero esto es pecata minuta, cuando nos enfrentamos a una enfermedad de las niñas. Situación que he enfrentado exitosamente con la ayuda de Dios y buenos amigos”. ¿Cómo es lidiar con una familia en la que hay hijos de todas las edades. Responde: “me pregunto lo mismo a menudo. “Pienso que si hubiésemos tenido hijos uno detrás de otro, hoy estarían todos grandes. No me arrepiento de haberlo hecho como lo hicimos. Cada una de nuestras hijas a traído una gran bendición al hogar. Los tiempos cambian, uno madura y cada experiencia es diferente”. Todos los días Martha le da gracias infinitas a Dios por haberle dado el don de tener tres hijas maravillosas como Gaby, Laura y Natalia. Una anécdota Confiesa que tiene muchas anécdotas que contar, ya que vivir con tres mujeres en una casa y compartir de la forma que lo hacemos es maravilloso; pero no todo es felicidad, se tienen sus temores, y el más reciente lo experimentó cuando Gabrielle se fue a estudiar a Buenos Aires, Argentina. “Sentí que me faltaba un pedazo. Me daba miedo pensar que le pasara algo estando tan lejos. Las hemos criado para que sean independientes y aprendan a volar con alas propias, pero cuando llega el momento de despegarse es difícil, muy difícil”, dice. “Cada triunfo, cada tropezón, cada caída, cada lágrima derramada, me ha hecho sentir como la mejor mamá del mundo, pues me ha dado la oportunidad de unirme más a los seres que más quiero en esta vida, mis hijas”, agrega Martha. La esposa de Eddy Herrera reconoce que el nacimiento de cada una de sus hijas ha sido muy especial y el camino que han recorrido juntas por igual. “Cada embarazo fue diferente y de cada etapa tengo hermosísimos recuerdos. Cada nacimiento fue único, al llevarse tanto tiempo entre sí, pude experimentar la maternidad en todas sus facetas y a diferentes edades; sin dudas una bendición. Siento que en cada una de ellas hay un poco de mí”, afirma. En este Día de las Madres Martha espera, al igual que años anteriores, una hermosa tarjeta. Por ejemplo, la pequeña Natalia le fascina pintar y siempre le regala un dibujo en el que están juntas, casi siempre ella tiene una corona de princesa. Hoy, esta madre espera que su hija Natalia le cante esa canción que hace días le prometió, y recite un poema. GABRIELLE“UN ESTÍMULO PARA SEGUIR”La mayor de las hijas de Martha es Gabrielle, quien la admira y no desmaya repitiendo lo mucho que la ama. LAURA“YO SIEMPRE LA VOY A AMAR”“Mi mamá es única. Ella se preocupa por todas nosotras y siempre nos está cuidando”. NATALIA“AMO MUCHO A MI MAMÁ”“Mi mamá es cariñosa, bonita y me cuida mucho”.