‘Ser madre es una bendición de Dios’

Madre es una palabra de solo cinco letras, pero en la práctica puede sobrepasar lo infinito. Inicias disfrutando el placer de ser hija, continúas haciendo una obra de arte de lo aprendido, para nunca más terminar. María Turull de Bisonó cuenta a LISTÍN DIARIO su trayectoria en el ejercicio de poner en práctica el don de la maternidad, que en su casó inició a los 26 años con José Rafael, el mayor de sus cuatro niños. Es ese un momento que recuerda con gran intensidad, porque al instante de recibir la noticia de su embarazo dice, que una gran felicidad se adueñó de su ser, y desde ese mismo instante supo que era una bendición del Todopoderoso que debía asumir y celar como el regalo más valioso. “Desde que te dicen que estás embarazada empieza la responsabilidad de ser madre, pues esa criatura ya tiene vida en tu vientre, es parte de ti y necesita de ti. Cada paso que des tanto físico como emocional repercute en esa vida”, expresa. Los hijos son un regalo de Dios, agrega, que los padres deben guiar desde que nacen y esa labor nunca termina. Por lo que ella siempre procura ser una madre cariñosa, capaz de expresar cariño a sus hijos y, a la vez, la importancia que tienen cada uno en su vida. Sin embargo, destaca que porque los ama, no puede dejar de ser estricta, aun con su pequeño Máximo, de tan sólo dos años, que empieza a descubrir muchas cosas, así como a sus adolescentes que creen que lo saben todo y están en una edad muy difícil. De ahí lo valioso del balance: dar mucho amor pero corregir y guiar. Y decir muchas veces no, lo que implica no decir sí para salir del paso. Valores en la crianzaMaría expresa que tanto su esposo Máximo como ella vienen de familias cuyos padres se han entregado en cuerpo y alma a sus hijos. Vivieron y han vivido teniendo como norte criar a hombres y mujeres de bien, útiles a la sociedad, sacrificando muchos momentos y placeres, empezando de cero y luchando en la vida para proporcionarles una buena educación, que es uno de los grandes legados que le pueden dejar a esos seres tan preciados en la vida de los seres humanos. “Padres trabajadores y madres dedicadas, cuando te crías en ese ambiente familiar, te proyectas de esa misma manera en el futuro. Es la razón por la que ambos siguieron los pasos de sus progenitores y al igual que sus padres, ella dice sentir que Dios ha puesto cuatro responsabilidades grandes: José Rafael, Máximo, Carmen María y María Amelia, quienes sirven de inspiración para cuidar cada paso que ella da, porque hay 8 ojitos absorbiendo todo lo que ven. Agrega que hace su mejor esfuerzo para que sus niños aprecien el valor de la familia, porque siempre estará en las buenas como en las malas; en la salud, enfermedad, abundancia y en la escasez. Así como el valor de la amistad y hacia Dios como su escudo. ConsejosMaría aprovecha la ocasión para exhortar a aquellas mujeres que se inician en la maternidad o aquellas que se encuentran indecisas, a que no tengan miedo en convertirse en madres; ser madre es una responsabilidad, los hijos complementan el hogar, son el motor que inspira a seguir adelante en la vida. Sus ocurrencias, sus iluciones llenan las vidas de sus padres y las hacen más especiales. SUS DESEOS PARA EL “DÍA DE LAS MADRES” “Mi deseo es que las madres guiemos a nuestros hijos por el buen camino”, dice María Turull. El próximo domingo el país celebra el Día de las Madres, por lo que es propicia la ocasión para recordar que hoy más que nunca la sociedad a escala mundial necesita de madres responsables, explica. Mujeres que no importando lo de cabezas que esté el mundo, el bombardeo a lo que ahora está de moda, sigan afianzadas en las normas morales a través de las que fueron criadas. Que enfrenten las dificultades con los hijos con las armas que el señor nos da e invocando mucho su sabiduría, que al pasar de los tiempos se verán frutos que otorgarán gran satisfacción, agrega. Dice que son dichos resultados “los que nos harán sentirnos orgullosas y por consiguiente a la sociedad”, expresa María.