GENTE
Un rincón de Roma en Santo Domingo
Debo admitir que soy parte del gran porcentaje de seres humanos que habitan el mundo sin a veces notar que está girando; si, porque a quienes tenemos acceso a las redes sociales, en mi caso Twitter; correos electrónicos y conversaciones instantáneas a través de un teléfono inteligente, muchas veces las horas del día se nos escapan en la misma posición: con la cabeza hacia abajo y la mirada perdida en la pantalla del celular. Vivimos en una burbuja de gran felicidad, nos enteramos de lo que sucede en cualquier punto de la tierra casi al instante en el que ocurre y además se nos va el estrés con tan solo tocar una tecla, para el sufrimiento de los que están alrededor y no tienen la misma costumbre adictiva… ¡no saben lo que se pierden! A pesar de mi ya aceptada condición de BB-adicta, confieso que compartir momentos agradables con quienes así lo ameritan es una de mis fascinaciones. En esos instantes mágicos regularmente juega un papel protagónico el lugar que se elige como escenario, por lo que hay que tener mucha suerte o contar con la recomendación de algún conocedor de buenos sitios. Siempre he dicho que la mejor publicidad de la que puede presumir cualquier establecimiento comercial es aquella que se hace vox populi. Así que atendiendo a esa garantizada propaganda decidí conocer el restaurante Angelo´s, ubicado en La Atarazana. Inmediatamente subí las escaleras del restaurante en dirección hacia el tercer piso del mismo, al entrar a la terraza, una gratas sorpresa fue descubrir la impresionante vista del rio Ozama, el puerto de Santo Domingo y la Plaza España que desde allí pude apreciar. Es realmente un privilegio mirar nuestra ciudad desde la terraza de Angelo´s. Este restaurante ofrece una diversidad de ambientes en cada uno de sus tres niveles para complacer el ánimo de quien le visite, podria decirse que luce muy similar a cualquier “ristorante” romano. La especialidad culinaria de Angelo´s es, obviamente, la rica gastronomía italiana en la que no falta la clásica pizza en horno de leña. Las esmeradas atenciones de su personal dejan el grato sentimiento de decir hasta pronto y regresar a la brevedad. El tiempo allí transcurrió tan de prisa, como sucede siempre que se disfruta; sin casi notarlo pasé de admirar uno de los más bellos atardeceres a recibir una noche cargada de estrellas que en un parpadeo cedían su espacio celestial a una intensa lluvia con intenciones de querer recordarnos que es primavera, una de las épocas más bellas y también más húmedas del año.