Etiqueta y protocolo
Segundas Nupcias PARTE -III- La ceremonia- La ceremonia para la pareja que contrae nupcias por segunda vez puede ser exactamente igual a la primera. Pero normalmente la decoración suele ser mucho más sencilla. - La novia, a menos de que no tuviese una verdadera boda la primera vez, no debería tener una corte muy grande. Puede tener una dama de honor, una o dos damas más y unos pajecitos (una niña para llevar las flores y un niño para los anillos). - Una joven viuda o divorciada que ha estado viviendo con sus padres puede ser llevada al altar del brazo de su padre, pero una mujer de mayor madurez y edad debería caminar sola. Cuando se trata de una pequeña y familiar ceremonia, normalmente no hay procesión y los novios entran juntos de la mano. - Los niños de ambos novios deben ser involucrados tanto en los preparativos como en funciones el día de la boda, si es que ellos quieren. Pueden ser los pajecitos, si son pequeños, y damitas o damas si son mayores. Por supuesto deben tener la aprobación y apoyo del otro padre, ya que participar en la boda podría hacerlos sentir desleales a su padre/madre. - Aún participen o no dentro de la ceremonia, los hijos deben asistir a la boda de sus padres. De esta manera se sentirán mucho más preparados para esta nueva situación formando parte de la nueva familia. La recepciónUsualmente las recepciones en segundas nupcias son mucho más pequeñas y sencillas que las primeras, pero no hay ninguna regla que impida lo contrario. Recuerden que la recepción es una fiesta para celebrar el matrimonio, ya sea canónico o civil, y que puede ser de la magnitud y estilo de los deseos de quienes la ofrecen. En una gran recepción debe haber la línea de recibo, para que todos los invitados puedan saludar y felicitar a los nuevos esposos. Para una fiesta más sencilla esto no se necesita. Los regalosAun cuando los miembros de la familia usualmente le hacen algún regalo a la novia que se casa por segunda vez, los amigos que asistieron a la primera boda y que enviaron regalo no tienen la obligación de hacerlo por segunda vez, aunque un detalle para el nuevo hogar siempre es bien recibido y de buen gusto de parte de quienes lo hacen. Si la pareja no desea recibir regalos, no debe ponerlo en la invitación ya que esto es de pésimo gusto, lo que se hace es informarlo vía los miembros de la familia y amigos cercanos de boca en boca. La luna de mielLa pareja que tiene hijos deben de tomar en consideración que dejar a los niños por mucho tiempo, luego de un cambio tan dramático en sus vidas puede, traerle a la larga efectos negativos. Lo ideal es planear una breve luna de miel o realizar el viaje después de un tiempo de haberse habituado a la nueva rutina del nuevo hogar, para hacerles una transición mucho más suave a los niños. Lo importante es que cada pareja tome en consideración lo que le conviene para su situación.
