Momento
Merecido homenajeTransitar por los caminos que ellos han recorrido, dejando huellas imborrables de lo que son como seres humanos, artistas y ciudadanos, hacen que ellos tres sean una inspiración para todos nosotros. Cuánto orgullo debemos sentir por José Antonio Molina, Juan Luis Guerra y Michel Camilo. A veces me pregunto cuánta gente brillante ha nacido en esta media isla. Ellos precisamente se han encargado de globalizar el arte dominicano, nos han colocado en el mapa y en el corazón del mundo. Por eso celebro el título que les acaba de otorgar la Unphu como “ Doctores Honoris Causa.”, que sólo se les otorga a los ¡grandes!! José Antonio MolinaSe me hace difícil llamarle así. Para mí será siempre Chicho. Le tengo un cariño entrañable; no hay palabras para definir al hijo de Papa y Josefina. Porque en él se encierra tanta humanidad, solidaridad y amor. Cuando lo veo dirigiendo esas grandes orquestas en Londres o Estados Unidos, y ocupando grandes titulares de la prensa internacional, no puedo dejar escapar una tibia lágrima, sentir hasta los tuétanos el más profundo orgullo y admiración, que se habían quedado atrapados en el silencio hasta el día de hoy. Yo vivía ‘cerquita’ de esa maravillosa familia en la urbanización Real, por eso no fue extraño que aquella mañana llegará “la profe”, pero esta vez con un presente, y me dijo: “Chicho le envió esto a tus gemelitos”. Era una mesita con dos sillas rojas para estudiar. Nunca lo olvidé y más aún porque el es un privilegiado de Dios: también tiene mellizos. Michel CamiloNo voy a negar que he tenido suerte en la vida. Hoy debo llamarle “Diosidencia”. Increíblemente en el transcurso de los años, me mudé a escasos metros de la otrora Farmacia Dr. Camilo en la Paseo de los Locutores, casi llegando a la Wiston Churchill. Me hice una asidua cliente por tener hijos pequeños. Así fue que conocí a Michel, un joven tímido, envuelto en su mágico mundo musical, soñando con pastorear las estrellas. Cuando marchó al extranjero a perfeccionarse más nunca imaginé en lo que iba a convertirse en uno de los más grandes jazzista del mundo.
