eutanasia

Uruguay, el país sudamericano que está cada vez más cerca de legalizar la eutanasia

Los defensores del proyecto coinciden en que su redacción brinda garantías y representa la historia de un país acostumbrado a aprobar leyes liberales.

Eutanasia/ fotografia de archivo

Eutanasia es el procedimiento de terminar con la vida de una persona, generalmente a través de la intervención médica, para evitar un sufrimiento insoportable causado por una enfermedad incurable o terminalfotografia de archivo

Con dos décadas de padecimiento por Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) a cuestas, Beatriz Gelós confía en que el Senado de Uruguay ponga fin este miércoles a años de idas y vueltas parlamentarias para transformar en ley un proyecto de eutanasia que enfrenta resistencias.

Bautizada "Muerte Digna" e impulsada por el Frente Amplio (gobernante de izquierda), la iniciativa despenaliza la muerte asistida bajo ciertas condiciones. 

La Cámara de Diputados le dio media sanción en agosto y en el Senado el FA cuenta con la mayoría necesaria para transformarlo en ley.

"Me daría una paz impresionante que se apruebe. Es una ley de compasión, muy humana, muy bien redactada", dijo a la AFP Gelós días antes de la votación.

Si su deseo se cumple, Uruguay se unirá a un reducido grupo de países que permiten el procedimiento y en el que figuran Canadá, Países Bajos, Nueva Zelanda y España.

En América Latina, Colombia despenalizó la eutanasia en 1997 y Ecuador se sumó el año pasado.

Ser mayor de edad, ciudadano o residente y estar psíquicamente apto en etapa terminal de una patología incurable o que provoca sufrimientos insoportables, con grave deterioro de la calidad de vida, son algunos de los requisitos.

El paciente también deberá pasar por varias instancias previas antes de dejar su voluntad por escrito y frente a testigos.

"Llegó el momento"

Gelós, de 71 años, convive desde los 52 con la ELA, una enfermedad neurodegenerativa que causa una parálisis progresiva de los músculos hasta provocar la muerte del paciente.

En silla de ruedas y con voz entrecortada, confía en que "llegó el momento" de cerrar el debate.

Y a quienes se oponen a la eutanasia, les dice: "No tienen idea de lo que es vivir así".

Amante de la lectura, fiel a su pasado como profesora y abuela de dos niños pequeños, quiere "tener la opción" de decir basta.

En la misma trinchera, la madre y el hermano de Pablo Cánepa intentan hacer oír su voz. Cánepa —de 39 años— sufre una enfermedad rara e incurable.

Paralizado casi por completo y con espasmos, utiliza sedantes. Está lúcido y pide acabar con un calvario que empezó hace cuatro años.

"Pablo está agonizando hace años y la aprobación en diputados fue un verdadero alivio", dijo a la AFP su hermano, Eduardo Cánepa.

"Pablo no está viviendo. No es vida esto que tiene", resumió su madre Mónica.

Para la activista Florencia Salgueiro, de la agrupación Empatía, la clave de la normativa es el respeto que tiene por la voluntad de un adulto de terminar con su suplicio.

Florencia presenció la lucha de su padre por recibir asistencia para poner fin a su vida cuando la ELA hacía insoportables sus días.

Pablo Salgueiro murió a los 57 años sin cumplir su deseo.

¿Un proyecto con garantías?

Los defensores del proyecto coinciden en que su redacción brinda garantías y representa la historia de un país acostumbrado a aprobar leyes liberales como la regulación del mercado de cannabis, el matrimonio igualitario y el aborto.

Un 62% de los uruguayos está a favor de legalizar la eutanasia y apenas un 24% la rechaza, según una encuesta presentada en mayo por la Consultora Cifra.

El Colegio Médico respetó las diversas posiciones de sus socios y no proclamó una postura ante el tema.

Sin embargo, asesoraron en todo el proceso "para tener las máximas garantías para los pacientes y para los médicos", comentó a la AFP el presidente de la entidad, Álvaro Niggemeyer.

La Iglesia católica mostró "tristeza" ante la votación afirmativa en Diputados y la resistencia al proyecto traspasó los ámbitos religiosos. Más de una decena de organizaciones y decenas de personas rechazaron la redacción del proyecto por "deficiente y peligrosa".

"Se están dejando muy desprotegidas a las personas más vulnerables", señaló a la AFP Marcela Pérez Pascual, una de las firmantes de la misiva.

Para el Colegio Médico, si es aprobada la instancia de reglamentación, será vital para dar más certezas.