Los rusos atacan pueblos en la frontera con Polonia
Más de 2,7 millones de personas han huido de Ucrania desde que estalló la guerra, a las que se suman unos dos millones de desplazados.
Rusia amplió sus objetivos militares en Ucrania ayer domingo con ataques a una base militar cerca de la frontera con Polonia, mientras Kiev informó de que más de 2.000 civiles murieron en una de sus ciudades sitiadas.
Las fuerzas rusas atacaron la base militar de Yavoriv, a unos 40 kilómetros al noroeste de Leópolis, destino de miles desplazados internos, y situada a unos 20 kilómetros de la frontera con Polonia, miembro de la OTAN.
En los últimos años, esas instalaciones acogieron ejercicios con instructores extranjeros.
Los bombardeos, llevados a cabo desde los mares Negro y de Azov, causaron 35 muertos y 134 heridos, según el gobernador de la región, Maxim Kozitsky.
“Como resultado del ataque, hasta 180 mercenarios extranjeros y una gran cantidad de armas extranjeras fueron eliminados”, replicó el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
En este contexto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, volvió a reclamar a la OTAN una zona de exclusión aérea sobre su país.
“Si no cierran nuestro cielo, es solo cuestión de tiempo que los cohetes rusos caigan sobre su territorio, sobre el territorio de la OTAN”, aseguró en un mensaje en vídeo.
Más al sur, en Mariúpol, una ciudad portuaria asediada desde hace 13 días, los habitantes cercados y bombardeados seguían esperando la llegada de ayuda humanitaria. Los invasores “atacan cínica y deliberadamente edificios residenciales, zonas densamente pobladas, destruyen hospitales infantiles e infraestructuras urbanas (...) Hasta la fecha, 2,187 habitantes de Mariúpol han muerto en los ataques rusos”, afirmó el alcalde de la ciudad en Telegram este domingo.
“En 24 horas, hemos visto 22 bombardeos en una ciudad pacífica. Ya se han lanzado unas 100 bombas sobre Mariúpol”, añadió.