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El Partido Comunista Chino se centrará en la estabilidad “ante un 2022 difícil en lo económico”

La plana mayor del Partido Comunista de China (PCCh) priorizará la estabilidad a la hora de afrontar la política económica en un año 2022 que estará marcado por la "triple presión" derivada de la contracción de la demanda, los problemas de suministro y la rebaja de las expectativas.

El PCCh dio por finalizada en la noche de este viernes su conferencia central de trabajo económico, una cumbre que los principales mandatarios del ente que rige China desde hace más de siete décadas celebran a finales de cada año para establecer las bases de la política económica del siguiente.

Tras ello, publicó un comunicado a través de la prensa oficial en el que, según el diario privado hongkonés South China Morning Post, se menciona el término "estabilidad" hasta en 25 ocasiones.

"El trabajo económico del próximo año debe priorizar la estabilidad y, al mismo tiempo, buscar el progreso", apunta el comunicado, que pide actuar para "proteger la estabilidad macroeconómica, mantener los principales indicadores económicos dentro de unos márgenes apropiados y mantener la estabilidad social".

Estas tareas buscan allanar el camino hacia el vigésimo Congreso Nacional del PCCh, previsto para octubre de 2022, en el que el actual líder de la organización y del país, Xi Jinping, aspira a un tercer mandato tras lograr que se eliminara el límite de dos con una reforma de la Constitución en 2018.

El comunicado también advierte de un "entorno exterior cada vez más complicado, desalentador e incierto", y subraya la "fuerte resistencia" de la economía china a la hora de reclamar "confianza" para "afrontar directamente" las dificultades.

La economía del país asiático marca una línea de ralentización -el PIB avanzó un 4,9 % interanual en el tercer trimestre, uno de los datos más bajos en décadas- pero que el Partido ahora parece no centrarse tanto en conseguir las tasas de crecimiento más altas posibles sino en que el desarrollo sea "razonable y de calidad".

En 2022, según el documento, China mantendrá una política fiscal "proactiva" y una monetaria "prudente, flexible y apropiada" que permita mantener la liquidez "en niveles abundantes y razonables".

El PCCh también se propuso profundizar en sus campañas de rebaja de impuestos y de "reducción de riesgos" financieros, impulsar el mercado laboral para que los jóvenes puedan encontrar trabajo con más facilidad o reforzar el apoyo de las instituciones financieras a los sectores de la "economía real", especialmente a las pymes.

INMOBILIARIAS, CAPITAL, INFRAESTRUCTURA Y ENERGÍA

Asimismo, se habló indirectamente de algunos de los problemas que han afectado a la economía del país durante los últimos meses, como es la crisis de liquidez que algunas de las promotoras más endeudadas como Evergrande atraviesan desde que el Gobierno introdujo, el año pasado, medidas para restringir su acceso a la financiación y así evitar un apalancamiento todavía mayor.

Precisamente, acerca de las compañías en apuros, las autoridades incidieron en que "la principal responsabilidad de las empresas es rescatarse a ellas mismas", sugiriendo que no deben esperar que sea el Gobierno el que las salve sino que deben utilizar sus propios recursos para hacerlo.

El Partido volvió a incluir en el comunicado el principio acuñado por Xi de que "las casas son para vivir, no para especular", y avanzó que su apoyo al sector inmobiliario será para "promover su desarrollo saludable" y satisfacer las "necesidades razonables" de los compradores.

Para evitar que se repita una crisis de suministro energético como la que experimentó China desde mediados de septiembre -que se tradujo en políticas de racionamiento del consumo de electricidad en importantes polos industriales del país-, el PCCh indicó que reforzará la regulación de fuentes de energía clave como el carbón y que, pese a que propugna planes de transición a renovables, es algo que "no se puede conseguir de un tirón".

También hubo mención para los altos niveles de deuda de los gobiernos locales y regionales del país, ante lo que empleará "disciplina financiera estricta" para evitar que esas instituciones acumulen más pasivos ocultos, aunque al mismo tiempo prometió más gasto fiscal e inversión en infraestructuras.

Por último, el Partido habló de "dar rienda suelta al papel positivo del capital como factor de producción al tiempo que se controlan de forma efectiva sus partes negativas" y avanzó que seguirá con la campaña de regulación que comenzó el año pasado en el sector tecnológico -suspendiendo la salida a bolsa de la 'fintech' Ant e imponiendo la mayor multa antimonopolio de su historia a su matriz, Alibaba- y que se extendió a otros como el educativo.

Para ello, las autoridades emplearán un sistema de "semáforos" que, según South China Morning Post, establecerá unas normas claras y delimitará las áreas en las que se promueve, se restringe o se prohíbe el capital para impedir que tenga un "crecimiento brutal".