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Nuevos conocimientos sobre cómo el cáncer de próstata causa tumores secundarios

Una mayor conciencia a nivel molecular de los mecanismos que utilizan las células del cáncer de próstata para volverse móviles y comenzar a diseminarse puede, a largo plazo, brindar nuevas oportunidades para el tratamiento del cáncer de próstata agresivo, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Umea, en Suecia, en colaboración con investigadores de Uppsala y Tokio.

"Podemos demostrar que un aminoácido específico en una molécula de señalización juega un papel importante en la movilización de las células cancerosas y de esa manera aumenta el riesgo de metástasis", dice la profesora Maréne Landström, de la Universidad de Umea.

Esta investigación ha estudiado el factor de crecimiento TGF-beta (de Transforming Growth Factor Beta), que regula cómo crecen y se especializan las células. Estudios anteriores han demostrado una sobreproducción de TGF-beta en muchas formas de cáncer, una de las cuales es el cáncer de próstata.

Se ha demostrado que los niveles altos de TGF-beta están estrechamente relacionados con un mal pronóstico y bajas tasas de supervivencia como consecuencia del factor de crecimiento que estimula las células cancerosas para que se diseminen en el cuerpo humano y provoquen tumores secundarios potencialmente mortales, las llamadas metástasis.

TGF-beta regula la expresión de la proteína Smad7, un componente activo en la cadena de señalización de TGF-beta. En células sanas, Smad7 puede prevenir la señalización continua de TGF-beta mediante retroalimentación negativa. Sin embargo, Maréne Landström y su grupo de investigación y sus colegas ahora pueden demostrar, contrariamente a la creencia anterior, que, en las células cancerosas, Smad7 puede reforzar el desarrollo de tumores al regular la expresión génica de HDAC6 y c-Jun.

El aminoácido específico que ha llamado la atención de los investigadores se llama Lys102 y se encuentra en Smad7. Este aminoácido se une a determinadas funciones reguladoras de genes en el ADN para aumentar la producción de la expresión génica HDAC6 y c-Jun.

Esto tiene el efecto de que las células cancerosas se vuelven más móviles y más propensas a formar metástasis. Los investigadores han podido ver una conexión clara entre todas estas variables y un pronóstico negativo para el cáncer de próstata.

"La buena noticia es que al usar un tratamiento con un inhibidor de HDAC6, podemos hacer que las células del cáncer de próstata pierdan su movilidad. De esa manera, se pueden abrir nuevas oportunidades para tratamientos que reducen el riesgo de metástasis", dice Maréne Landström.

Actualmente se están llevando a cabo ensayos clínicos en el Reino Unido para encontrar inhibidores específicos de HDAC6 en pacientes con tumores sólidos, lo que significa que los tratamientos que utilizan inhibidores de HDAC6 pueden convertirse en un complemento en el tratamiento del cáncer de pacientes con formas de enfermedad difíciles de tratar.

Los estudios futuros pueden explorar el beneficio de indicar las expresiones de Smad7, HDAC6 y c-Jun para permitir tratamientos nuevos y más específicos para los hombres con cáncer de próstata agresivo.

El estudio también muestra una función completamente nueva de Smad7 en la forma en que puede reclutar a Smad2 y Smad3 al lugar de transcripción de estos genes. Anteriormente, se pensaba que Smad7 desempeñaba el papel de inhibidor de la actividad transcripcional de TGF beta-Smad2 / 3.

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