Gobiernos latinoamericanos luchan por repatriar a su gente

La amenaza del coronavirus ha llevado a miles de latinoamericanos a repetir una frase casi como un mantra -“Quédate en casa”-, pero hay otros miles que están a cientos de kilómetros de su hogar sin la posibilidad de volver a él.

Debido al cierre de fronteras en casi todos los países para tratar de contener la expansión del COVID-19, muchos han quedado varados en territorios por los que viajaban y de momento no pueden salir de ellos. En la región al menos unas 7.600 personas están contagiadas y unas 125 han fallecido.

El miércoles se informó que un mexicano murió en Perú esperando retornar a su país y su esposa se quedó sola, mientras decenas de miles de extranjeros están es espera de poder dejar las naciones donde las restricciones de viaje los tomaron por sorpresa.

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En Cuba unos 30.000 turistas esperan ser rescatados por sus gobiernos, entre ellos unos 1.000 argentinos, mientras el presidente de Argentina, Alberto Fernández, suspendió la víspera la llegada de los vuelos que llevarían de vuelta a parte de sus compatriotas.

Algunos centenares de turistas lograron salir de la isla caribeña, aunque algunos quedaron atrapados en Panamá por el cierre del aeropuerto. Otros miles están recluidos en sus habitaciones de hotel.

Aerolíneas comerciales, como LATAM y COPA, suspendieron sus vuelos ante una drástica disminución de pasajeros y porque están impedidos de aterrizar en la mayoría de los aeropuertos de América Latina, a excepción de algunos vuelos humanitarios.

En México, la cancillería informó del fallecimiento de su nacional en Perú. El hombre estaba en la ciudadela turística de Cusco y tras guardar cuarentena fue hospitalizado al dar positivo al COVID-19.

Poco después, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo que “ahora que se cierran los espacios aéreos en otros países tenemos que ir a buscar a mexicanos”. Agregó que ordenó a la Fuerza Aérea usar sus aviones para para que regresen a mexicanos varados en Argentina y llevar a ciudadanos de ese país de vuelta a casa.

Mexico ha facilitado el retorno de más de 6.000 de sus ciudadanos en el mundo durante los últimos dos meses, dijo un comunicado oficial de la víspera.

El presidente Fernández, que había expresado su malestar porque unos 30.000 argentinos salieron después que la OMS declaró al nuevo virus una pandemia, el 11 de marzo, suspendió el regreso de sus conciudadanos pese a que había dicho que priorizaría su retorno.

“En lo inmediato, salvo algún caso excepcional que lo justifique, van a tener que quedar esperando el momento de regreso”, señaló en entrevista con el canal local Telefé. No obstante, aclaró que se está tratando de reglamentar el ingreso de mayores de 65 años porque son los que más riesgo tienen.

Venezuela, que fracasó en su intento por obtener un préstamo de 5.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional para enfrentar la pandemia, acusó esta semana a Estados Unidos, de prohibirle a la aerolínea estatal Conviasa volar a ese país para rescatar a 800 venezolanos, según un tuit del canciller Jorge Arriaza.

Conviasa fue sancionada en febrero por el Departamento del Tesoro estadounidense como parte de la política de ese país contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, al que considera ilegítimo.

La aerolínea venezolana trasladó esta semana a 73 personas a México y retornó a Caracas con 143 venezolanos. Luego se informó que devolvió a un centenar de venezolanos desde República Dominicana.

Chile repatrió a 10.900 chilenos entre el 18 y 22 de marzo mediante vuelos de aerolíneas de bandera nacional, informó el jueves el canciller Teodoro Ribera, que agregó que las gestiones para traer a más connacionales se ven dificultadas por varias aerolíneas comerciales.

“Quienes tienen boletos de Avianca, de Copa, de Aeroméxico, a manera de ejemplo... hemos sido extremadamente francos y directos, no dejaremos que dejen botados a los chilenos en el extranjero, tienen la obligación de traerlos de vuelta”, afirmó.

Dijo que Aeroméxico endosó pasajes a chilenos atrapados en México, que retornaron el miércoles, pero que otros siguen esperando. Agregó que Avianca anunció un vuelo humanitario para chilenos en otros países de la región. “Ellos los llevaron y tienen que traerlos”, sentenció.

Un comunicado en redes sociales de chilenos atrapados en Cuba dijo que “todos nos encontramos con los vuelos cancelados desde hace más de una semana, hecho que ha provocado la falta de recursos monetarios para poder costear estadías y alimentación del hotel”.

Desde México y Perú han llegado un par de centenares de chilenos y se espera a 146 más desde Ecuador.

Este último estima que unos 1.700 ecuatorianos quedaron atrapados lejos de casa: unos 300 en España, 200 en Estados Unidos y 170 en Brasil. El gobierno priorizará el retorno de niños que viajan solos, enfermos catastróficos, madres embarazadas y gente de la tercera edad.

Por su parte, el gobierno de Trinidad y Tobago cerró sus fronteras esta semana, lo que afecta a ciudadanos de la de la nación caribeña en dos islas. Un grupo de más de 30 trinitarios intentaron volver desde Europa, pero llegaron tarde, no pudieron entrar y fueron recibidos por Barbados, que no tenía obligación de hacerlo. “Fue una decisión humanitaria,” dijo a reporteros Dale Marshall, procurador general de Barbados.

Colombia logró repatriar a unas 3.600 personas esta semana, antes del cierre de todas sus fronteras. AVIANCA, la aerolínea más antigua de Latinoamérica, realizó siete vuelos humanitarios con 890 pasajeros de 17 nacionalidades, a diversos países de la región.

En el aeropuerto de Bogotá las autoridades dispusieron de 240 camas portátiles para pasajeros varados, a los que también está alimentando. Lo mismo se observa en la terminal internacional de Santiago, Chile.

Desde Bolivia, 30 israelíes y brasileños dejaron el país, según informó a The Associated Press Luis Orlando Reyes, director regional de Migración en Santa Cruz, al este.

Mencionó que para el jueves otras 450 personas --en su mayoría de nacionalidad alemana y de otros sitios europeos-- dejarán el país. Se espera que el sábado también viaje una cantidad similar de estadounidenses y de otras nacionalidades.

Con autobuses, Bolivia repatrió antes a unos 500 de sus ciudadanos desde su frontera con Chile. Otros 78 bolivianos fueron recuperados por aire desde Perú, a donde habían llegado desde Miami. Y 70 por la frontera con Brasil.

Centenares de estadounidenses también quedaron varados en varios países de América Latina tras el cierre de las fronteras aéreas y terrestres. Unos 640 volaron de regreso a su país en vuelos chárter que salieron de Guatemala la semana última.

Guatemala impulsó varios vuelos de rescate. La semana pasada retornaron más de 80 guatemaltecos desde Costa Rica. Otros llegaron desde Colombia y Perú. Uno de los viajeros también estaba contagiado con el nuevo virus.

Por su parte, El Salvador cerró todas sus fronteras el 17 de marzo y sólo se permite el tránsito de aviones de carga y de misiones humanitarias.

Casi al mismo tiempo que se decretó la pandemia por la Organización Mundial de la Salud, el británico Scott Lambert, de 36 años, voló a Brasil y desde hace una semana permanece encerrado en el departamento de un amigo en Río de Janeiro.

Lambert tenía una reserva de regreso a Gran Bretaña, pero se canceló. Recurrió a todas sus millas de viaje y obtuvo un cupo en un vuelo de British Airways que tiene programado volar el miércoles por la noche. Contactó por Twitter a un empleado del consulado británico en Río, pero nunca le respondió.

“Ha sido un viaje extraño”, dijo telefónicamente a The Associated Press. Lambert es director de publicidad digital de la revista Wallpaper. “Aun así, creo que soy afortunado. Hay gente en situaciones mucho peores, pero obviamente no han sido las mejores vacaciones”.

Los miles de latinoamericanos repatriados guardan estricta cuarentena en sus países, la mayoría en sus domicilios, pero están en casa.

En la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. En algunas personas, sobre todos los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede provocar enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte.

La pandemia global provocada por el nuevo coronavirus ha infectado al menos a más de 521.000 personas y causado la muerte a más de 23.500 en todo el mundo, paralizado economías e impuesto restricciones a los desplazamientos para tratar de impedir su propagación.

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