Impacto

Nueva York sí duerme

Las luces de Time Square no iluminan a nadie. No se ve un alma en la estación de trenes de Grand Cen­tral, habitualmente atesta­da. Apenas un puñado de personas toman fotos del Puente de Brooklyn, una de las grandes atracciones turísticas de la ciudad que no duerme.

Los esfuerzos por con­trolar propagación del co­ronavirus han paralizado prácticamente la ciudad, que ha pasado a ser uno de los epicentros del virus.

Casi 2.000 personas fue­ron hospitalizadas en el es­tado por el virus y ya hubo 114 muertos, según dijo el gobernador Andrew Cuo­mo el domingo. Más de 15.000 dieron positivo en los exámenes, incluidas 9.000 en la Gran Manzana.

Las calles estaban de­siertas ya antes de que co­menzase el confinamiento obligatorio el pasado do­mingo a las ocho de la no­che, que requiere que todo empleado que no sea esen­cial permanezca en su casa. También se suspende toda reunión de personas que no sea imprescindible.

El impacto de estas me­didas es evidente en Man­hattan.

Nadie fotografía el To­ro de la Bolsa de Valores, otro de los grandes monu­mentos turísticos de la ciu­dad y los concurridos trenes subterráneos transportan apenas un puñado de pa­sajeros, casi todos con mas­carillas.

Las luces de los teatros de Broadway permanecen encendidas a pesar de que las funciones fueron sus­pendidas hasta mediados de abril. Señal de que el es­pectáculo continuará.

Se hunden bolsas

Los anuncios de la Reser­va Federal de Estados Uni­dos, que puso a disposición 300.000 millones de dóla­res para “apoyar el flujo de crédito a empleadores, con­sumidores y empresas”, no fueron suficientes para fre­nar las caídas de las bolsas europeas ni de Wall Street.

En la bolsa de Nueva York, hacia las 15H40 GMT el Dow Jones caía 4,52% y el tecnológico Nasdaq 3,08%.

Por su lado, las bolsas eu­ropeas, vapuleadas por la in­certidumbre sobre el plan económico de Estados Uni­dos frente al coronavirus y las advertencias de resulta­dos negativos de grandes compañías, cerraron la se­sión en rojo, aunque duran­te la jornada registraron bre­vemente leves ganancias.

El CAC-40 de París ter­minaba los intercambios con pérdidas de 3,32%, el Dax 30 de Fráncfort cedía 2,10% y el FTSE-100 de Londres perdía 3,79%.

El IBEX-35 de Madrid re­trocedió 3,31% y el FTSE MIB clausuró con leves pér­didas de 1,09%. “La pro­fundización de la crisis sa­nitaria” y “la ausencia de plan de socorro” estadouni­dense influyeron muy ne­gativamente al comienzo de la jornada, resumió Da­vid Madden, un analista de CMC Markets.

La bolsa de Sao Paulo, siguiendo la estela de los mercados globales, profun­dizaba el lunes su caída con pérdidas de más de 7%.

El índice Ibovespa mos­tró volatilidad por la ma­ñana, con pérdidas que os­cilaban entre 2,5% y 4,5%, pero a las 12H41 locales (15H41 GMT) la tendencia negativa se acentuó y la caí­da alcanzó 7,08%.

Las bolsas asiáticas cerra­ron antes de los anuncios de la Fed con una fuerte baja, con la excepción de Tokio.

En Hong Kong, el índi­ce Hang Seng perdió 4,4% mientras en Sídney la bolsa cayó 5,6% y en Wellington un 7,6%, respondiendo a la decisión de Nueva Zelanda de decretar el confinamien­to general.

En Singapur, la bolsa cedió 7,5% y Seúl 5,5%. En Shanghái se registra­ron pérdidas del 3,11% y la también china bolsa de Shenzhen retrocedió un 4,26%.

La bolsa de Tokio fue una excepción y cerró en verde gracias a la debilidad del yen y a SoftBank Group, que anunció un ambicio­so plan para ceder activos y comprar acciones.

Caídas sin precedentes

El euro por su parte ga­naba terreno al dólar, tras los anuncios de la Fed, a pe­sar de que había comenza­do la jornada en su punto más bajo con relación al bi­llete verde en tres años.

DRAMA

Morgue.

La empresa concesiona­ria del Palacio de Hielo de Madrid ha cedido sus instalaciones para po­der albergar los cuerpos de los muertos por Co­vid-19 a la espera de que las funerarias puedan hacerse cargo de ellos, según informaron fuen­tes municipales a Euro­pa Press.

Avance.

La lista de países que de­ciden confinar a sus ciu­dadanos crece cada día, el último de ellos fue el Reino Unido ayer, pe­ro pese a haber más de 1.800 millones de per­sonas en el mundo so­metidas a una gigantes­ca cuarentena, la pan­demia sigue matando y avanzando de forma inexorable.

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