PERÚ GOBIERNO
La crisis en Perú, relato de un pulso con dos versiones antagónicas
La crisis política generada en Perú tras la disolución del Congreso decretada el lunes por el presidente Martín Vizcarra tiene dos relatos antagónicos, versiones de una misma sucesión de hechos que varían en función de quién las cuenta.
Por un lado, el fujimorista Fuerza Popular y el Partido Aprista, dos partidos de derecha que tenían la mayoría en el Congreso y que denuncian la decisión de Vizcarra como un golpe de Estado; Por el otro, las posiciones parlamentarias de centro e izquierda, respaldadas por una amplia mayoría de la población, que defienden que el presidente obró en pleno cumplimiento de la Constitución.
Estas dos tendencias están personificadas en Mauricio Mulder e Indira Huilca, parlamentarios del disuelto Congreso y portavoces del Partido Aprista y del bloque de izquierdas Nuevo Perú, respectivamente, con quienes Efe conversó para que relaten cómo vivieron desde el hemiciclo la disolución del mismo.
Pregunta: ¿Qué se le pasó por la cabeza al enterarse de la disolución del Congreso decretada por Vizcarra?
Mauricio Mulder: Lo primero que me vino a la cabeza es que ya tuvimos una experiencia cercana en 1992, que fue un golpe exactamente igual propiciado por el presidente (Alberto Fujimori) que le sirvió para tomar el control del país por 12 años. Como Partido Aprista nos toca enfrentar nuevamente un golpe de Estado en el país.
Indira Huilca: La pregunta era en qué momento iba a darse la disolución tras tres años del Congreso confrontado con el Gobierno y la situación de ese día, donde se cerraron las puertas del hemiciclo al primer ministro para que no solicitase cuestión de confianza y se votó aceleradamente la renovación del Tribunal Constitucional (TC).
P: ¿Estamos ante un golpe de Estado en Perú?
M.M.: Vizcarra está totalmente fuera de la Constitución. La disolución del Congreso solo está permitida si se rechaza dos veces la confianza al Gobierno pero aquí no hubo ningún rechazo. Quisieron hacer voto de confianza sobre una facultad exclusiva del Congreso. El objetivo de disolver el Congreso es antiguo por parte de ellos.
I.H.: De ninguna forma. El fujimorismo no pensó bien los pasos que se daban. Hemos cumplido con la Constitución. Se presentó la cuestión de confianza y se votó. El rechazo no fue implícito. El pedido del Gobierno señalaba que se daría por negada la confianza si continuaba la elección de magistrados del TC. Pedimos una votación para suspenderlo y el pleno votó por continuar.
P: ¿Con el nombramiento de la vicepresidenta Mercedes Aráoz como "presidenta encargada", llegó a tener Perú dos presidentes hasta que ella misma renunció a esa designación horas después?
M.M.: Sí, exactamente igual que en 1992 cuando, tras el golpe de Fujimori, el Congreso nombró presidente al vicepresidente. Aráoz era como Juan Guaidó hasta que renunció, pero, como es un golpe, el que manda es el presidente de facto. Por eso después del nombramiento, Vizcarra publicó una foto con los jefes de las Fuerzas Armadas.
I.H.: No. Fue una situación carente de legitimidad y de credibilidad. Para todo el país había quedado claro y, a medida que pasaron las horas, se vio que eso no iba a tener ninguna consecuencia legal. Intentaron destituir al presidente pero no tenían los votos suficientes y lo suspendieron por incapacidad moral temporal, que se usa en casos de enfermedad u hospitalización.
P: ¿Tras la dimisión de Aráoz, quién es el presidente legítimo de Perú?
M.M.: No tenemos presidente legítimo. Tenemos un Gobierno de facto conducido por quien fue el vicepresidente legítimo, que decidió patear la Constitución y asumir el control sin Congreso. Ahora nombró un Consejo de Ministros que no va a ser fiscalizado por el Congreso y gobernará a través de decretos. Es una dictadura.
I.H.: Es Vizcarra por los hechos de la realidad que se han venido sucediendo. El orden constitucional en nuestro país se ha mantenido tal cual, salvo por la decisión o situación concreta de un parlamento que está disuelto y no está funcionando hasta que se celebren las nuevas elecciones (convocadas para el 26 de enero).
P: ¿Usted se considera congresista o excongresista?
M.M.: Nosotros somos congresistas a quienes se les impide acceder al recinto del parlamento para ejercer su función.
I.H.: Soy excongresista pero sigo como miembro de la comisión permanente como establece la Constitución. En el país no hay polarización. No hay dos sectores con discursos opuestos. Hay una decisión de Vizcarra que muchos creemos legal y constitucional y un grupo no más de 80 congresistas que no la comparte. No hay un sector social que los respalde más allá de sus partidos.