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MARIO ABDO

Presidente de Paraguay quiere usar las fuerzas armadas contra el narcotráfico

El presidente de Paraguay, Mario Abdo, anunció este viernes que pedirá una enmienda constitucional para autorizar la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el crimen organizado, un proyecto que despertó polémica en un país que sufrió una dictadura de 35 años.

"La guerra contra las bandas mafiosas es desigual. Ellos tienen mucho armamento, mucho dinero, mucha logística y nosotros tenemos una capacidad ociosa que no estamos utilizando", justificó el jefe de Estado.

La Constitución paraguaya promulgada en 1992, tres años después del derrocamiento de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) establece que las Fuerzas Armadas están destinadas a custodiar las fronteras.

En conferencia de prensa, Abdo dijo que la semana próxima oficializará el pedido de enmienda constitucional al Senado.

El presidente hizo el anuncio tras el último ataque de narcotraficantes que forzaron el miércoles la fuga de un peligroso jefe narco, dedicado al tráfico de cocaína.

El escape de Teófilo Samudio, alias 'Samura', se produjo cuando era trasladado a un penal local después de comparecer en el Palacio de Justicia de Asunción.

El saldo del operativo tipo comando perpetrado por los delincuentes dejó un comisario muerto además de dos agentes y un civil heridos.

El Presidente paraguayo destituyó a su ministro de Justicia y al jefe de Policía, en tanto la Fiscalía ordenó el arresto del director del Penal de la ciudad de Emboscada, a 30 km de la capital, y de siete guardiacárceles, sospechados de complicidad en la fugaen el escape.

El suceso se produjo en plena "emergencia penitenciaria" decretada por el Gobierno tras una masacre de 10 reclusos, ocurrida en julio en una cárcel de San Pedro (400 km al norte), tras un enfrentamiento entre bandas ligadas a organizaciones criminales brasileñas.

El proyecto de enmienda generó rechazo en la oposición, en fuentes eclesiásticas y de ex policías retirados.

-- Experiencia latinoamericana --

"El Presidente desconoce la experiencia latinoamericana, caso México, donde la intervención militar convirtió en un baño de sangre la guerra contra el narcotráfico", afirmó a la AFP el experto en Derechos Humanos y Seguridad Ciudadana Jorge Rolón Luna.

Según el experto, Abdo "no comprende el fenómeno del crimen organizado y cree que el combate equivale a poder de fuego y no lo es. Hay varios factores".

Entre otros condicionantes, sostuvo que "los narcos financian campañas políticas, están metidos en todos los poderes del Estado".

"Los militares tienen su función y la policía la suya", advirtió el obispo católico Mario Melanio Medina, excoordinador de las investigaciones sobre los muertos y desaparecidos durante la dictadura militar de Stroessner.

Consideró que "va a ser un lío lanzar militares a custodiar la seguridad ciudadana. La lógica de ellos es matar y la de los policías es defender la paz, el orden. El Presidente está errado", sentenció el prelado en declaraciones a la AFP.

El excomandante de Policía comisario Casto Guillén coincidió en que las fuerzas del orden "están para salvar vidas, los militares para matar al enemigo".

Guillén recomendó reorganizar el personal policial. "En todo caso que (los militares) se encarguen de la seguridad de las autoridades".

Dijo que del total de 25.000 efectivos de la Policía, 10.000 son utilizados en otras funciones ajenas a la seguridad.

"En todo caso hay que aumentar la dotación policial y su capacitación y reducir la cantidad de militares si son fuerzas ociosas", opinó el comisario.

El presidente paraguayo busca seguir la tendencia de otros gobiernos latinoamericanos como los de Argentina, Brasil y Ecuador que resolvieron echar mano a las fuerzas militares para combatir el narcotráfico.