Armas, racismo y matanzas,...una combinación perfecta

La NRA, o la Asociación Nacional de Rifle, logra las primeras planas de la prensa estadounidense cada vez que alguien decide realizar una matanza, supuestamente “sin razones aparentes”.

Con los asesinatos recientes en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, que dejaron alrededor de 30 muertes, no podía ser diferente.

La prensa presiona porque haya un mayor control para la venta de armas sofisticadas para aquellos individuos con antecedentes o discapacidades mentales, o posturas radicales como el racismo contra los latinoamericanos del autor en El Paso.

Agreguemos el ingrediente, que se convirtió en “trending topic”, sobre las cinco congresistas demócratas que Donald Trump mandó a sus casas... lo cual condimenta aún más el clima de inconformidad entre aquellos que quieren una América un poco más blanca, que algunos llaman la influencia de los supremacistas (blancos, por supuesto)...

Ahora, ¿es la NRA la única culpable de los sangrientos hechos? ¿Controlar las armas, exámenes más estrictos, contribuiría a que sen esas acciones? ¿Qué tan confiables serán las restricciones a las ventas de las armas sofisticadas al público en general?

Mientras la asociación mantenga su lobby a través de donaciones a los candidatos presidenciales de su preferencia, no habrá forma en que se aprueben leyes que controlen más las ventas.

La NRA donó, para la campaña de Trump de 2016, más de 30 millones de dólares. El mandatario estadounidense fue criticado por ser tibio en condenar los atentados recientes. Dentro de sus declaraciones, expresó que “la enfermedad mental y el odio aprietan el gatillo, no las armas”.

Dado que los demócratas siempre han abogado por ejercer un mayor control para la venta de armamentos, el mandatario Trump advirtió, luego de la matanza en Parkland, Florida, en el 2018, que “los derechos de los estadounidenses están ‘sitiados’ por los demócratas, pues la tenencia de armas es un derecho constitucional”. Los hechos no han cambiado y la política tampoco.