Los comicios de la UE reflejan los cambios internos en los países

Las elecciones del fin de semana pasado que tuvieron lugar en la Unión Europea, han reflejado los cambios que se vienen realizando en las exigencias sociales de la gente de los países miembros. Como ejemplo, el avance del Partido del Brexit, del eurófobo Nigel Faraga, que propugna por la separación, frente al descalabro de los tradicionales conservadores y laboristas británicos.

En el caso de Alemania, Francia e Italia, los partidos ultraderechistas aumentaron su presencia en el Parlamento Europeo, en parte por su oposición al fenómeno de las migraciones y a un crecimiento de los movimientos opuestos a los partidos tradicionales.

Los ultraderechistas de Matteo Salvini y de Marine Le Pen lograron un ascenso de 36 a 57 escaños.

Eso plantea que en el futuro inmediato los partidos populares, los socialistas y los liberales tendrán que abocarse a las decisiones comunes. De hecho, habrá que negociar para poder, cada sector, agenciar sus agendas y/o propugnar por los cambios que la Europa actual exige.

En Alemania, por otro lado, el partido más votado fue el de la canciller conservadora Angela Merkel, aunque uno de cada cinco votantes se decidió por los Verdes, los partidos ecologistas que propugnan por un aumeto en la lucha por el clima, que duplicaron la cifra de escaños.

En España, los socialistas del PSOE se llevaron 20 escaños de 54 correspondientes al país, convirtiéndose así en la nación con mayor cifra de la socialdemocracia, conjuntamente con Portugal, que logró 7 eurodiputados. Polonia es una excepción donde sus autoridades se han opuesto por completo a la política migratoria conjunta de la Unión Europea. El nacionalista Ley y Justicia logró 27 escaños en la Eurocámara.

Los líderes ya empezaron las negociaciones para formar la “mesa directiva”, la cual presentará las caras de los nuevos responsables del grupo.