May, en medio de un tranque

La primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, sobrevivió ayer a una moción de censura presentada por el líder de los laboristas, Jeremy Corbyn, por 19 votos de diferencia. Pero lo que no sobrevivió fue su proyecto del “Brexit”, el cual fue derrotado 432 a 202 entre las paredes del Parlamento británico, faltando apenas 73 días para que se formalizara la vigencia del mismo.

Ahora la funcionaria se encuentra entre la espada y la pared. Internamente, la lucha política en contra de la salida de la Unión Europea a través de un acuerdo no negociado, y que una mayoría de parlamentarios cuestiona, podría provocar elecciones anticipadas, para completar la derrota total de la líder conservadora.

En el campo externo, la Comisión Europea (CE), y ante las circunstancias actuales, le ha pedido a Londres que exprese exactamente qué es lo que desea. Luego de varios años de negociaciones, hay un sector político británico que no está de acuerdo con los puntos aprobados, en tanto que la UE considera que lo alcanzado hasta ahora es un “compromiso justo y el mejor posible”, porque “reduce el daño que causa el “Brexit” para ciudadanos y empresas en toda Europa”, según expresó el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker.

En el referendo de junio de 2016, “los británicos, por un 51.9% contra un 48.1% de los votos, habían decidido abandonar la Unión Europea”.

Luego de conocerse los resultados , lo cual ha provocado la salida de suelo británico de varias empresas ante el temor que la medida podría causarles, muchos analistas entendieron que las votaciones, en las que participaron una mayoría de ciudadanos de edad, y con una votación baja del sector de los jóvenes, reflejaban cierto “racismo”. Las leyes colectivas de la UE no siempre son aceptadas por los gobiernos o los pueblos de los integrantes de la UE. Como ejemplo, el asunto de las migraciones, y la libre circulación.

El futuro es incierto y las propuestas de otro plebiscito no podían faltar. También, una salida no negociada, o simplemente un aplazamiento. ¿Podrá Theresa May sobrevivir?