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MATÍAS BAGNATO

“Pensar lo que se siente cuando estás quemándote vivo es indescriptible”, dice víctima de incendio donde murió toda su familia

Matías Bagnato es el superviviente de uno de los capítulos más negros de la historia criminal de Argentina, la conocida como "Masacre de Flores", en la que casi toda su familia fue quemada viva en la casa donde vivían, y hoy, casi 25 años después es un referente en la lucha por las víctimas.

El 17 de febrero de 1994, Fructuoso Álvarez González prendió fuego a la casa en la que vivían Matías y su familia mientras ellos dormían, causando la muerte de su padre, su madre, sus dos hermanos menores y un amigo de los niños que se encontraba pasando la noche.

Matías, que tenía 16 años, fue el único que consiguió escapar de la casa mientras era devorada por las llamas, y junto a su abuela, que se encontraba fuera esa noche, fueron los únicos supervivientes y máximos responsables de identificar al autor de los hechos, un ciudadano español que aseguró tener deudas económicas con el padre.

Después de casi un cuarto de siglo, Matías confiesa a Efe que todavía "tiene pesadillas" con aquella noche de la que guarda los peores recuerdos.

"No tengo como todo el recuerdo corrido, sino que tengo como flashes, me acuerdo de la habitación, de cuando me desperté... Pensar lo que se siente cuando estás quemándote vivo es indescriptible y más cuando sales de esa casa y ves que se está quemando todo con ellos adentro, no hay palabras", relata a Efe.

Fructuoso fue rápidamente identificado como autor y condenado a 25 años de prisión, la mayor pena que contemplaba la justicia argentina en el momento, aunque en el año 2004 lo trasladaron a España, donde le computaron parte de la pena y quedó libre en 2008.

Fue en ese momento cuando volvió a cruzarse en la vida de Matías, al que comenzó a amenazar de muerte tras regresar otra vez a Argentina, donde fue apresado por segunda vez en 2011, un hecho que hizo a Matías dedicarse casi en exclusiva a luchar para proteger a las víctimas de crímenes y a sus familias.

"Ahí es cuando empiezo a sufrir amenazas de muerte por parte de esta persona y es cuando empieza toda mi lucha, porque la respuesta que me daban acá en la Argentina era que yo ya no formaba más parte de la causa en esa instancia, que era la instancia de la ejecución de la condena", subrayó.

Desde ese momento, Matías se volcó en una lucha que lo convirtió, entre otras cosas, en uno de las impulsores de la creación de la Ley de Protección de Víctimas de Delitos en 2017 y la posterior creación del Observatorio para las Víctimas del Delito, del cual sigue siendo parte.

"Nunca pedimos quitarle derecho a los delincuentes, lo que pedíamos era darle derecho a las víctimas a ser escuchadas", sentenció.

Entre las medidas que contempla esta ley, Matías destaca que "la víctima va a ser escuchada, que va a tener participación, que se le va a escuchar cuando se tome algún tipo de medida".

Además, "contempla la creación de centros de asistencia a la víctima, una línea de teléfono que funciona las 24 horas y donde van a conseguir asesoramiento gratuito por parte de un abogado o contención psicológica".

La lucha de Matías se amplia a todos los ámbitos de la justicia, a la cual demanda la creación de "una cadena perpetua", aunque matiza que solo para "crímenes muy puntuales" como el que sucedió a su familia, ya que el asesino, Fructuoso, podría salir de prisión en 5 años, siempre y cuando Matías no consiga frenarlo.

"Muchos jueces dicen que si una persona no esta en condiciones de insertarse en la sociedad y es un peligro para el resto de los ciudadanos, no haya una fecha de agotamiento", destacó.

Otro de sus reclamos es la creación de "un régimen penal juvenil" ya que en los últimos años Argentina ha vivido "muchísimos casos donde la delincuencia la cometen chicos o adolescentes".

"Hemos tenido casos de crímenes cometidos por chicos de 14 o 15 años y que después la respuesta es que los tienen que soltar porque no hay un régimen penal para estos menores", declaró.

Crear este tipo de régimen es la intención del Gobierno argentino, que ya ha preparado un texto para presentar en el Congreso que ha generado polémica debido a una de las medidas que incluye, la de bajar la edad penal a los 15 años.

Con respecto a esta propuesta, Matías considera que deben aclararse muchos matices, aunque en general lo ve como un cambio positivo para el sistema penal argentino.

Lo que tiene claro es que no se puede medir a todos los infractores por el mismo rasero, ya que "una cosa es un menor que sale a robar, que tiene todas las posibilidades, contando con un buen equipo interdisciplinario de poder rescatarlo, y otra cosa es cuando tienes un delincuente, un menor que mata o asesina".

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