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PROTESTAS

Miles exigen en Haití investigación sobre Petrocaribe

Una persona murió el domingo y otras seis resultaron heridas, entre ellas un agente, durante las protestas registradas en diferentes localidades de Haití para exigir que se enjuicie a los responsables del presunto desvío de fondos del programa Petrocaribe, informó la policía.

Algunos grupos opositores aprovecharon las manifestaciones para pedir la renuncia del presidente Jovenel Moïse, quien hizo un llamado al diálogo.

Un hombre murió baleado en Cabo Haitiano, 130 kilómetros al norte de Puerto Príncipe, donde además un policía y tres civiles resultaron heridos de bala, indicaron autoridades policiales en un informe preliminar. Otras dos personas fueron golpeadas por piedras lanzadas por los manifestantes.

Grupos opositores convocaron las protestas para exigir que las autoridades profundicen las investigaciones sobre el uso de fondos de Petrocaribe y que Moïse renuncie, ya que consideran que se ha negado a avanzar en las indagatorias.

Con pancartas en las que reclamaban se averigüe el paradero de unos 3.800 millones de dólares de Petrocaribe _un programa mediante el cual Venezuela financia el suministro de crudo a Haití_, miles de personas marcharon frente al Palacio Nacional en Puerto Príncipe, se dirigieron a la sede del Parlamento y recorrieron el populoso barrio de Delmas, donde se les unían más manifestantes.

Según una investigación del Senado, al menos 14 exfuncionarios estuvieron vinculados al desvío de los fondos durante el gobierno del expresidente Michel Martelly (2011-2016), y ninguno ha sido procesado judicialmente.

Mediante Petrocaribe, desde 2005 Venezuela ofrece a países de la región el suministro de crudo a precios bajos, con créditos blandos y facilidades financieras a 25 años con dos de gracia.

En Delmas algunos manifestantes incendiaron un vehículo de la policía, mientras que en la localidad de San Marcos, 70 kilómetros al noroeste, cuatro personas resultaron heridas y decenas fueron detenidas.

Ante las protestas, Moïse canceló el viaje que tenía previsto con su gabinete a la norteña Cabo Haitiano para conmemorar el 215to aniversario de la batalla de Vertiere, que marcó la victoria de Haití para independizarse de Francia a principios del siglo XIX y acabar con el gobierno colonial esclavista.

Moïse depositó una ofrenda floral en el panteón nacional de la capital y difundió un mensaje por radio y televisión para exhortar a la unidad y el diálogo.

“La batalla terminó. Hoy es tiempo de unirnos para romper las cadenas del subdesarrollo y la miseria”, dijo el jefe de estado. Consideró que esas “cadenas del subdesarrollo” están caracterizadas por el espíritu antidemocrático que busca “crear inestabilidad y más miseria”.

El exsenador Moïse Jean-Charles, que encabeza las protestas en Cabo Haitiano, 130 kilómetros al norte de la capital, también pide la renuncia de Moïse y de su gobierno por considerar que se han negado a profundizar la investigación.

Al insistir en la renuncia del presidente, los manifestantes portaban una bandera rojinegra a fin de recordar el estandarte usado por el líder independentista Jean-Jacques Dessalines en su lucha contra los franceses.

Ante la posibilidad de disturbios durante las protestas, como los ocurridos en julio y octubre, la policía desplegó por la mañana unos 3.000 agentes en la capital y Cabo Haitiano y aseguró que mantiene el control en ambas localidades.

Diversos grupos de la oposición bloquearon varias calles de Puerto Príncipe y Cabo Haitiano con basura y neumáticos incinerados. Algunos medios de comunicación reportaron que bandas armadas realizaron disparos al aire en varios puntos de la ciudad.

En una de las jornadas de protestas más recientes, manifestantes lanzaron piedras contra agentes policiales cuando Moïse, que llegó a la presidencia en febrero del 2017 como abanderado del partido de Martelly, depositaba el 17 de octubre una ofrenda floral en el monumento a Dessalines en su aniversario luctuoso.

De forma previa, los violentos disturbios registrados durante protestas contra el intento del gobierno de aumentar los precios de los combustibles a principios de julio dejaron decenas de comercios saqueados y destruidos, y obligaron al entonces primer ministro Jack Guy Lafontant a renunciar con todo su gabinete.