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La ira de los jornaleros africanos se desata en los campos tomateros italianos

Cientos de jornaleros africanos, que trabajan en la recolección de tomates en los campos del sur de Italia, observaron ayer una huelga para clamar un trato digno, tras la muerte de dieciséis de ellos en dos accidentes de tráfico.

"No somos esclavos, no a la explotación", gritaban en coro los manifestantes, quienes marcharon desde los campos hasta la sede de la Policía de la ciudad de Foggia, en Apulia.

Bajo un calor asfixiante, decenas de manifestantes caminaron con banderas, pancartas y canastas de tomates cerca de tres horas entre brechas polvorientas, hasta llegar al centro de Foggia, llamada el granero de Italia.

Otra marcha se unió al final de la jornada. Los 16 migrantes murieron en sendos choques de dos camiones repletos de trabajadores agrícolas extranjeros.

La situación en Italia de los migrantes que trabajan como jornaleros en el campo ha sido denunciada por organizaciones humanitarias y católicas, ya que muchos empresarios agrícolas se aprovechan de su condición para explotarlos, transportarlos a los campos en medios pocos seguros, además de pagarles salarios muy bajos.

"Trabajo entre 8 a 10 horas por día por unos 30 euros, con sólo 30 minutos de descanso. Además tengo que pagar 5 euros para el transporte", se lamentó ante la AFP un inmigrante de Malí, de 22 años.

Muchos de ellos, inclusive con papeles, se ven obligados a vivir en campamentos sin servicios y dependen de intermediarios para obtener trabajo y llegar a los campos.

"Nos tratan muy mal, no somos nada para los italianos", se lamenta Barri Alfa, de Costa de Marfil, quien llegó a la península hace 15 años.

Otro joven africano, Yvan Sagnet, desde hace años militante del sindicato de trabajadores extranjeros, cuenta de casos extremos, en los que se trabaja 14 horas consecutivas y les sustraen 10 euros para el intermediario, casi 4 para el almuerzo y hasta tienen que pagar la botella de agua que beben.

- 10.000 extranjeros sin dónde dormir ni dónde comer -

El sábado y el lunes, dos choques entre camiones con tomates (contra furgonetas), que transportaban un grupo de trabajadores agrícolas extranjeros al final de un día de trabajo, dejaron un saldo de 16 muertos y cuatro heridos graves.

"Se trata de mafias. En la provincia de Foggia hay una organización mafiosa que hay que erradicar por todos los medios legales y que perseguiremos calle por calle, pueblo por pueblo", advirtió el ministro del Interior, Matteo Salvini, líder ultraderechista de la Liga, integrante de la coalición de gobierno, con los antisistema del G5S.

Los llamados "nuevos esclavos" suelen trabajar para las "agromafias", que no respetan los derechos laborales y esclavizan a los jornaleros.

La víspera, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, visitó Foggia, donde prometió reforzar los controles.

"Debemos crear los mecanismos para que los empresarios agrícolas sean estimulados a renunciar a una parte de las ganancias para invertir en condiciones laborales dignas", aseguró el jefe de gobierno.

"Hay que evitar el trabajo negro, ilegal. Existe una ley desde el año 2016, tenemos que tratar de entender porqué no ha logrado los efectos esperados", agregó.

El llamado "Caporalato", con capataces que guían a cuadrillas de jornaleros, emplean a inmigrantes, los cuales suelen ser alojados en barracas metálicas en medio del campo, sin agua corriente ni servicios.

Italia es una potencia agrícola en Europa y dedica el 43% de su tierra a la agricultura, según cálculos del sindicato.

"¿Sabes cuánto cuestan los tomates italianos? La sangre de los africanos", lamentó Kogyate Diakine, de 41 años, quien llegó hace 12 años a la península.

"Sin los inmigrantes no podemos facturar. Sin los inmigrantes no se cosecha", advirtió el presidente de centro-izquierda de la región de Apulia, Michele Emiliano, al proponer a empresarios, autoridades e intermediarios un pacto que garantice condiciones de trabajo dignas para los cerca de 10.000 jornaleros extranjeros que actualmente no tienen un techo bajo el cual dormir ni en donde comer cuando llega la temporada del tomate.

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