A DISTANCIA
Trump, el DACA y una obsesión
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha estado muy envuelto en alcanzar una solución al problema de las migraciones hacia Estados Unidos en esta semana, y ya anunció que la solución “definitiva” tendrá lugar en dos etapas.
La primera relaciona directamente el programa migratorio DACA, o Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, con el levantamiento del muro entre su nación y México.
“No, (el acuerdo con el Congreso para cambiar el programa por el muro) tiene que incluir (el dinero -118,000 millones de dólares- para) el muro. Necesitamos el muro para tener seguridad”, expresó el mandatario ayer.
El segundo paso está dirigido a encontrar una solución definitiva al “problema”, un problema que desde ya ha empezado a preocupar a aquellas compañías que utilizan la muy barata mano de obra, en especial latina.
El tema es eterno, al igual que el plan de salud de Estados Unidos. La solución no aparece siquiera cerca. Mientras tanto, crece la presión. Por un lado están los jóvenes que, aunque llegaron ilegalmente, ya son adultos y muchos han estudiando y apenas conocen los países de sus padres.
Los congresistas demócratas, cuya popularidad entre los sectores latinos es conocida, pretenden mantenerse en pie de lucha a favor de este sector social.
El otro aspecto que la Administración Trump desea desestimar son las reglas que admiten la “migración en cadena” y la “lotería de visados”.
El juez William Alsup, del Noveno Circuito, reactivó la parte del DACA para aquellos que ya formaban parte del programa no de nuevos casos, porque consideró que la decisión de Trump era “arbitraria y caprichosa”.
Es una casualidad que el Noveno Circuito también bloqueara el veto migratorio del Presidente para países de mayoría musulmana, el año pasado.
La realidad es que si Trump no cumple con su promesa de campaña de detener las migraciones ilegales, eso llevaría a la tumba sus posibilidades de reelegirse.
La lucha es a muerte.